El Animanazo, el pasado que no muere.

El Animanazo puede ser definido como una huelga de trabajadores de la ex Finca y Bodega Animaná (que, como en ese momento, sigue siendo la principal fuente de trabajo del pueblo) como consecuencia de salarios adeudados por más de tres meses. Este conflicto alcanzó su punto más crítico en el mes de julio de 1972, especialmente los días 18 y 19,  jornadas en las que la asamblea de trabajadores, organizada a tales efectos, empleó métodos heredados del Cordobazo, como los cortes de vías. Pero, más significativo aún, la lucha de los trabajadores de Finca Animaná durante esos días tuvo como corolario la toma de la Municipalidad de Animaná, y otras instituciones como el destacamento policial.

La magnitud de estos hechos debe ser observada teniendo en cuenta el contexto en el que se dieron. Por una parte, la mayoritaria adhesión  de los habitantes del pueblo para con la lucha de los trabajadores, que como dijimos era la principal fuente de trabajo del pueblo; además contó con la adhesión a los reclamos de la CGT provincial; y por otra parte, la situación de total precariedad a la que se encontraban sometido el pueblo en su conjunto: la olla popular lejos de suponer un método propagandístico fue la respuesta a una situación real de carencia, a partir de la cual puedo darse alimento a las familias de los trabajadores.

Aunque dijimos que El Animanazo puede ser descripto como una huelga, cuya reivindicación inmediata es el pago de los salarios atrasados, dicha caracterización puede hacernos  perder de vista otras causas que hicieron posible esta verdadera crisis social y económica a escala local. Desde fines de 1960  la empresa en cuestión, propiedad de Michel hnos,  entró en una disputa interna, a razón de los derechos de sucesión de la empresa y una crisis de sobreendeudamiento que terminará con la venta de una parte de los activos a nuevos empresarios, entre ellos Vicente Murga (interventor de facto de la municipalidad de la Ciudad de Salta y abuelo del actual propietario).

La llegada de Murga tiene una importancia crucial para toda esta historia, pues determina  la suerte que correrán los trabajadores de Finca Animaná. Una de las características de Finca Animaná, anterior a los nuevos dueños, era que muchos de sus trabajadores se encontraban viviendo dentro de ella, siguiendo con una costumbre que data por lo menos desde fines del siglo XIX. Este aspecto es importante de resaltar pues con la nueva administración inició la expulsión de estos trabajadores y sus familias de las tierras en donde habitaban y donde además cultivaban y pastaban sus pequeñas haciendas lo que les privó de ingresos complementarios a su salario.

Las consecuencias de este despojo no han dejado de sentirse, además de ser una causa de lo que fue el Animanazo, selló el destino de Animaná como un pueblo dependiente del latifundio y más concretamente fue un antecedente de lo que ocurrió en 2005, cuando Luis Vicente Murga, intentó expulsar a siete familias que aún permanecen en lo que se conocía como el Barrio San José.

No es difícil imaginar porqué El Animanazo fue un evento que tuvo alcance nacional. En verdad, la historia de los trabajadores que lo llevaron adelante encontró eco en los diarios de tirada nacional y provincial. Más importante aún, encontró un lugar eterno en el imaginario popular a través de la canción “Fuego en Animaná”.  La hazaña que representó, también le valió una feroz persecución política a sus principales dirigentes, a tales efectos, Nital Diaz y Ernesto Ríos (titular de SOEV en 1972) fueron encarcelados, trasladados a Salta capital y torturados, cuando en 1976 la dictadura militar se hizo con el gobierno nacional,

Este evento debe ser rescatado en toda su dimensión pues él explica mucha de las problemáticas que aquejan a la localidad. También su conocimiento debe devolvernos la tradición de lucha que los trabajadores del valle calchaquí tienen, justamente para lo que vendrá: los despidos, los abusos; en particular, la carencia de tierras para vivienda, en Animaná, incluso en Cafayate, hunden sus raíces en estos años, cuando se da el arribo de nuevos capitales a la región. una aporpiacion por unos pocos y a cambio de nada.