Nacido en Marsella pero de padres argelinos, Zinedine Zidane vino a este mundo un 23 de junio de 1972. Zizou fue el tercero de cinco hijos y desde pequeño estuvo muy ligado al deporte. En su infancia practicó bádminton y judo, lo que serviría en el futuro para manejar los movimientos de su corpulento tronco.
Pronto se vería seducido por su afición por el fútbol, deporte que practicaba con sus amigos todas las tardes en la plaza de la ciudad. Su afición por el Olympique de Marsella y su admiración por Enzo Francescoli le hacían soñar con llegar a ser jugador profesional algún día.
Cuando cumplió 14 años se fue de la casa familiar para firmar por el Cannes. Allí vivió en casa de un directivo y terminó su formación hasta debutar con el primer equipo a los 17 años. Con el Cannes jugaría cuatro temporadas, donde comenzó a dar muestras de su calidad y a llamar la atención de los mejores equipos franceses. Le dio tiempo a jugar 70 partidos y a marcar 6 goles antes de firmar, con 21 años, por el Girondins de Burdeos.
Zidane había firmado por la Juventus de Turín pero antes jugaría su primer gran torneo Internacional con Francia en la Eurocopa de Inglaterra. Zizou fue titular en todos los partidos y ayudó a su equipo a llegar hasta semifinales. Solo la tanda de penaltis ante la República Checa alejó a los galos de la final.
Después de la Euro, Zidane era presentado por la Juventus y llegaba a Italia bajo la sombra del legado dejado por Michel Platini. Las comparaciones con la leyenda de la vecchia signora y la falta de adaptación hicieron que costara ver el mejor juego de Zidane en sus primeros meses en el Calcio.
Sin embargo, el jugador acabó encontrando su sitio y resultó fundamental para ganar el Scudetto, la Supercopa de Europa y la Copa Intercontinental. En la Liga de Campeones dejó actuaciones para el recuerdo, como en las semifinales ante el Ajax de Ámsterdam.
En Múnich no tuvo tanta suerte y perdería su primera final contra el Borussia de Dortmund. La segunda, llegaría un año después donde tras conquistar un nuevo Scudetto cayó en Ámsterdam ante el Real Madrid de La Séptima.
Zidane no tendría tiempo de lamentos ya que poco después comenzó el Mundial Francia 1998 Zizou era la estrella de un equipo que estaba llamado a ganar su primer Mundial.
Pero la Copa del Mundo no empezó bien para él, después de ser expulsado ante Arabia Saudí. Su agresión le hizo perderse dos partidos aunque regresó a tiempo para eliminar a Italia en la tanda de penaltis. Después de eliminar a Croacia en semifinales, la Brasil de Ronaldo esperaba en la final.
Zidane no había destacado en el campeonato pero aquella noche se erigió en el protagonista al marcar dos goles de cabeza. Francia ganó 3-0 y Zidane conquistaba el primer Mundial para el fútbol francés. Había nacido una Leyenda.
La Eurocopa 2000 celebrada en los Países Bajos y Bélgica supuso un alivio para Zidane. En aquel torneo y con 28 años, el jugador alcanzó el mejor rendimiento de toda su carrera. Ante España decidió el partido con un lanzamiento de falta magistral y , contra Portugal, demostrando su sangre fría al marcar el gol de oro desde el punto de penalti. En la final no rindió a tan buen nivel pero fue el eje del juego de una selección francesa que dominaba el fútbol mundial.
Después de la Eurocopa, Zidane regresó a la Juve donde se le veía más incómodo. Un año más, los italianos naufragaron en Europa y Zidane sacó su genio al cometer dos agresiones por las que seria sancionado con 5 partidos. La frustración del francés era evidente.
El año acabó con otra Liga perdida en favor de la Roma y con la marcha del jugador al Real Madrid. Zidane acabó su ciclo en la Juventus tras ganar 2 Scudettos, 1 Supercopa de Italia, 1 Supercopa de Europa y una Copa Intercontinental. Como bianconeri jugó 212 partidos y marcó 31 goles.
Después de unas largas negociaciones veraniegas, la Juventus y el Real Madrid acordaron el traspaso de Zidane por más de 75 millones de euros. El galo se convertía en el fichaje más caro de la historia y sería presentado el 9 de julio de 2001.
Pero su adaptación al fútbol español no fue fácil. Zidane debutó con una derrota ante el Valencia, en un partido donde sufrió un duro marcaje por parte de Albelda. El Madrid comenzó mal en la Liga pero bien en Europa. Su sanción en Champions provocó un intenso debate en los medios que se planteaban si los blancos jugaban mejor sin él sobre el campo.
Pero Zidane fue encontrando su sitio acostado en la banda izquierda. Poco a poco su juego enloqueció al Bernabéu, que comenzó a disfrutar de la elegancia y determinación del francés. Sus 7 goles en Liga no valieron para ganar el campeonato pero si para saldar su deuda con la Champions.
Zidane marcó el primer gol de la victoria en el Camp Nou en semifinales y sería el héroe de la Novena Copa de Europa. El francés marcó una volea imposible en la final de Glasgow ante el Bayer Leverkusen en uno de los goles más bellos y recordados de la historia.
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