La dimensión dinámica es el enfoque hacia la actividad del hombre, la actividad es un principio de perfeccionamiento y por tanto de cambio. Como se ha mencionado anteriormente, el hombre, mediante su actividad, debe perfeccionarse a sí mismo, ayudar a los demás a perfeccionarse y perfeccionar el entorno.
La naturaleza del hombre es dinámica, no obstante, se pueden distinguir tres aspectos importantes que forman parte del hombre como ser racional: el ser biológico (dimensión estática), el ser social y el ser psicológico.
A principios del siglo XX se consideraba que el hombre era un ser esencialmente biológico, es decir, un ser vivo que, como todos los demás: nace, crece, se reproduce y muere. Sin embargo, poco a poco, científicos y pensadores pusieron en duda lo anterior, sacando a relucir la complejidad de la mente y la influencia de las estructuras económicas y sociales en el individuo.
Como consecuencia, el hombre comenzó a reinterpretarse desde diversas perspectivas.
Toma de decisiones Decisiones.
Los seres humanos tomamos decisiones constantemente. Puede tratarse de resoluciones trascendentales, como contraer matrimonio, o poco relevantes, como elegir una corbata. Sin embargo, todas ellas pueden cambiar, de alguna manera, el rumbo de nuestra vida y orientarla hacia caminos que nunca contemplamos.
Algunas decisiones se pueden tomar en segundos, otras requieren más tiempo y presentan un mayor desafío. Generalmente las decisiones más trascendentales de nuestra vida son aquellas que requieren un proceso de análisis mucho más complejo. Sin embargo, en ocasiones no se tiene la disposición para tomar decisiones de forma planificada, asumiendo que “las cosas se acomodarán por sí solas”, pero en la realidad eso no siempre sucede así. Analizar qué se quiere, qué se hará para conseguirlo y qué responsabilidades se tendrán que asumir, permite alcanzar objetivos con mayor efectividad, así como considerar las emociones y valores. Los principios de alteridad y ética ayudarán también a que estas decisiones sean asertivas y satisfactorias. Tomar una decisión implica elegir una opción entre varias alternativas para alcanzar determinado fin. Consiste en definir el objetivo que se quiere lograr, reunir toda la información relevante (hay que tener en cuenta las preferencias, valores, etc.) para, finalmente, trazar un plan de acción.