No quiero dormirme, quiero morirme.

María José carrasco es una mujer de 61 años que sufre de esclerosis múltiple desde 1989, enfermedad que a medida de que pasa el tiempo va perdiendo la facultad para oír, ver, moverse, hablar, es una enfermedad que poco a poco va acabando con sus sentidos hasta dejar a las personas en estado vegetativo, su esposo Ángel Hernández, Quien lleva casado con ella hace 36 años es quien está dedicado 100% a sus cuidados.

María, lleva varios años esperando la aprobación por parte del congreso de España para la aprobación de la eutanasia pero no ha sido posible debido a las trabajas que se han estado presentando en este país para la aprobación de esta, siendo maría una de las pacientes que cumple con las condiciones óptimas para la aprobación de esta, y es el sufrir de una enfermedad irreversible y dolorosa.

El pasado mes de octubre tuvo que ser internada pero al recibir ayuda en el centro de salud requerían una sedación profunda y ser intubada pero eso no es lo que ellos quieren, este proceso le genera más dolor y luego dificultades en la tráquea que le impide el hablar y comer mejor.

Los médicos le han propuesto realizarle una sedación terminal, es decir: que la durmieran de manera irreversible, dejarla en estado vegetativo pero esto solo debe ser aplicado a personas cuya muerte se prevé próximamente y la condiciones de salud de la señora María que aunque cada día va perdiendo su salud su muerte no aparenta ser muy próxima, alcanza a ser tanto el estado de desesperación de esta pareja que su mismo esposo se ofrece para ayudarle a su adorada esposa a dejar este mundo aunque esto para ella no sería lo correcto pues esto podría traerle problemas con la justicia. 

Desde mi punto de vista es evidente la necesidad de algunas personas en recibir “su descanso” es demorar y alargar el sufrimiento, es afectar no solo la vida del paciente si no también el de la familia, personas en 30 años han estado sufriendo de dolores y su familia de apoyo, no es fácil perder un ser querido, todos lo hemos vivido pero ver nuestros seres queridos sufriendo es más doloroso. Saber en ocasiones ellos mismos se han intentado hacer daño al punto de dar terminación a su vida y no generar el resultado esperado, es aumentar las dolencias, como llegar al punto hasta digamos en este caso en particular su mismo esposo opte por ayudarla a morir, el cómo sin importar las consecuencias el solo quiere que ella descanse, es ahí donde es importante analizar y tomar conciencia de en qué casos es importante la eutanasia, de quienes en verdad lo necesitan, de quienes se verían beneficiados con la aprobación de leyes que les permitan el descanso.