La inteligencia intrapersonales uno de los tipos de inteligencia propuestos en la Teoría de las Inteligencias Múltiples de Howard Gardner. El conjunto de habilidades cognitivas a las que da expresión es un tanto brumoso y difícil de distinguir de otras formas de inteligencia, pero en resumidas cuentas puede decirse que la inteligencia intrapersonal hace referencia al grado en el que conocemos los aspectos internos de nuestra propia manera de pensar, sentir y actuar. En otras palabras, representa nuestra habilidad a la hora de conocernos a nosotros mismos e intervenir sobre nuestra propia psique, en un sentido amplio.
¿De qué manera podemos conocernos a nosotros mismos?
Según la Teoría de las Inteligencias Múltiples, reconociendo el repertorio de sentimientos que definen nuestra propia manera de ser (y el tipo de estímulos que pueden inducir a cada uno de ellos), discriminando bien entre distintos estados de ánimo y aprovechando estos conocimientos para regular nuestra conducta hacia objetivos determinados. De este modo, la inteligencia intrapersonal es la que hace posible que podamos conocer los aspectos internos de nuestra mente y utilizar esta información a nuestro favor.
Por ejemplo, saberse especialmente sensible en ciertos temas puede facilitar la tarea de afrontamiento de situaciones conflictivas, lo cual puede ser clave para evitar perder el control en estos casos y, a la vez, trabajar técnicas para controlar los niveles de ansiedad, ira, etc.
La inteligencia intrapersonal puede ser confundida fácilmente con la inteligencia emocional, un constructo teórico en el que han trabajado varios psicólogos y que no nace de la Teoría de las Inteligencias Múltiples. Es cierto que ambos tipos de inteligencia enfatizan el autoconocimiento y la regulación de las emociones, pero la inteligencia emocional es un concepto más amplio. Así, la diferencia entre la inteligencia intrapersonal y la inteligencia emocional se halla básicamente en que la intrapersonal sólo da cuenta de algunos procesos que podrían compararse a lo que se mide al estudiar la segunda.
Por otro lado, también puede confundirse la inteligencia intrapersonal con la inteligencia interpersonal, que también está enmarcada en la teoría propuesta por Gardner. La inteligencia interpersonal está relacionada con nuestra capacidad para relacionarnos con los demás y trabajar en equipo de manera óptima, mientras que la intrapersonal es de ámbito privado. Es decir, que la primera nos permite conocer a los demás e interactuar con ellos de manera útil y exitosa, mientras que la segunda nos permite hacer lo propio con nosotros mismos.
Ambas, sin embargo, podrían tener muchos nexos de unión con lo que se entiende por inteligencia emocional.
Llegados a este punto, cabe recordar que toda forma de inteligencia puede ser entrenada y mejorada con el tiempo como si de un músculo se tratase. Sin embargo, cabe decir que la inteligencia intrapersonal está insuficientemente estudiada y que es difícil proponer métodos exactos y avalados por la ciencia para mejorarla.
Sin embargo, más allá de la luz que puedan arrojar sobre este tema futuras investigaciones científicas, yo recomendaría lo siguiente para ver progresos en el área de la inteligencia intrapersonal:
El Mindfulness se ha mostrado útil a la hora de incrementar las propias habilidades de autorregulación de emociones, así que puede ser una buena idea iniciarse en su práctica de manera sostenida. También puedes probar con formas de meditación tradicionales.
2. Plantéate a menudo lo que estás sintiendo
Pararte a reflexionar sobre los sentimientos que experimentas habitualmente te ayudará a reconocerlos cuando aparezcan y detectar sus patrones, regularidades, etc. De este modo, sabrás qué situaciones desencadenan estos estados de ánimo y te darás cuenta de cómo sueles actuar cuando te sientes así.
3. Plantéate cómo puedes orientar este conocimiento hacia metas
Saber mucho sobre nuestra manera de pensar y sentir sirve de poco si no aprovechamos esa información para mejorar nuestra calidad de vida. La inteligencia intrapersonal es también, en parte, poder predecir algunas cosas sobre nuestro propio comportamiento. Por lo tanto, puedes crear planes de acción para intervenir sobre tus maneras de sentir, pensar y actuar.
Un ejemplo sería esconder una barra de chocolate porque sabemos que al entrar en periodos de ansiedad tendemos a recurrir a la comida para buscar alivio.
4. Evalúa tus progresos
Para poder progresar en el autoconocimiento, es bueno mirar hacia atrás para ver lo que funciona y lo que no. Ser críticos con los propios avances también es imprescindible si no queremos obtener una visión demasiado optimista sobre lo que hacemos.
Estos pasos te pueden ayudar para trabajar mejor el trato con tu propia persona, pero la última palabra la tienes, cómo no, tú. Cada persona es un mundo, y la existencia de la inteligencia intrapersonal es un recordatorio de ello. Ningún manual ni libro de autoayuda será capaz de darte todas las piezas que necesitas para entender bien cómo funcionas. Esa tarea te corresponde a ti.
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