Palestra Deportiva: El béisbol no acaba de tener fuerza propia

El ambiente deportivo de nuestro país está desproporcionadamente encaminado siempre a robustecer el profesionalismo futbolístico y en esa marejada futbolera se ha ahogado el béisbol.

El béisbol profesional colombiano, desde que fue creado en 1946 no ha sido posible conseguir fuera de las plazas de Barranquilla y Cartagena extender un poco este deporte hacia fronteras más o menos con algún respaldo económico para que el béisbol se jugará fuera de las dos plazas habituales.

En la ciudad de Medellín se intentó crear un equipo profesional, habida cuenta que la capital de la montaña tenía potencia económica para conformarse un equipo profesional, pero por una razón u otra,  esfuerzos que estaban a punto de culminar se vinieron abajo y Medellín siguió siendo una zona prohibida para algo más que el béisbol amateur. En Santa Marta hubo un pálido intento para la misma finalidad y los autores de la ampliación beisbolera no encontraron eco en esa zona del norte del país, pese al hecho pujante que Magdalena fue campeón nacional amateur. Inclusive primero que Atlantico.

El béisbol, ciertamente, es un deporte carísimo. Es increíble que una ciudad tan pequeña como era Barranquilla en los años 20 y 30 tuvieran seis y hasta siete equipos de béisbol plenamente formados y desarrollados que hicieron parte de campeonatos con mucha afición.

Definitivamente los clubes de béisbol tanto en Cartagena como Barranquilla no pasan de ser un intento que carece de bases firmes para pensar que se cuenta con esos equipos. La amenaza del retiro de los torneos barranquilleros y cartageneros está latente en el ámbito deportivo del país y hoy por hoy los clubes que han formado últimamente tienen la espada de Damocles como la más inmediata perspectiva de desaparecer. El béisbol no ha cuajado en una recia formación deportiva y la amenaza del retiro de esos equipos es un norte inmediato en las dos ciudades colombianas Cartagena y Barranquilla. El dominio ambiental del fútbol es una realidad incontrastable en el deporte costeño.