OBREROS EN EL SIGLO XIX
Las pésimas condiciones de vida de los obreros los llevarán a pedir mejoras en todos los ámbitos.
Nos encontramos en una fábrica de Londres, donde os vamos a mostrar las condiciones de vida de sus trabajadores.
Su día comienza con una jornada laboral que consta de un número de horas de trabajo muy variable, llegando incluso a quince horas y cuyas condiciones laborales son muy precarias.
Tras esta dura jornada de trabajo, los obreros llegan agotados a sus hacinados barrios, barrios que no disponen de condiciones básicas como el agua potable o el alcantarillado. Dichas condiciones provocan un número muy elevado de enfermedades, hambruna y muertes.
En relación con la dieta, el alimento principal siguió siendo la harina en forma de pan o de gachas, y la patata, que se difundió de forma extraordinaria hacia la mitad del siglo XIX. El consumo de carne, frutas, verduras y pescado es, en cambio muy escaso. El gasto en vestidos es muy reducido. La indumentaria del trabajador se diferencia claramente de la de los burgueses: la blusa y la gorra son elementos distintivos de los hombres; y un vestido largo,el atuendo de las mujeres.
Para conseguir mejoras salariales y condiciones laborales favorables,los obreros están organizando un movimiento obrero en el que lucharán contra los abusos que sufren por parte de los patronos.
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