LOS DEVASTADORES INCENDIOS EN LA GRAN ISLA DEL PACÍFICO

Durante estos días han sucedido una serie de incendios que han arrasado con la fauna y la flora australiana. Alrededor de 10, 3 millones de hectáreas se han visto afectadas y destruidas por las llamas, incluyendo zonas de alto valor ecológico y espacios protegidos, pudiendo igualar la zona incendiada a todo el territorio del país de Hungría.

En la anterior imagen podemos apreciar todo el territorio afectado del país, con un esquema en el que se representa la gravedad de cada zona.

Por desgracia la cantidad de animales muertos por este triste acontecimiento supera el millón declarándose el koala como prácticamente extinto.  Se sabe que al menos 26 personas, murieron en Nueva Gales del Sur, Victoria y Australia del Sur, y miles de casas y edificios fueron destruidos por las llamas, siendo los estados más afectados Nueva Gales del Sur y Victoria.

Si nos fijamos solo en el estado de Nueva Gales del Sur desde septiembre de 2019 se han visto afectados 480 millones de aves, mamíferos y reptiles autóctonos. En general se estima que hasta la fecha alrededor de 1.250 millones de animales han muerto o han resultado heridos. Esto incluye miles de koalas, y otras especies únicas autóctonas y emblemáticas de la fauna australiana como canguros, wallabies, ratas-canguro, petauros o cacatúas. (Si le interesa saber mas al respecto de la situación de los koalas, ya que han sido los más afectados, haga click aquí).

Causa de wwf poner si se quiere colaborar.

Esta imagen se corresponde a la Costa de Nueva Gales del Sur del pasado 31 de diciembre de 2019.

Los últimos incendios que destruyeron más de una quinta parte de los bosques de Australia,se dieron a causa de una sequía de varios años relacionada con el calentamiento global, según estudios publicados hace unas semanas. 

En la revista Nature Climate Change, investigadores australianos se fijaron en el incendio desde otros puntos de vista. 

Uno de estos determinó que entre septiembre de 2019 y enero de 2020, alrededor de 5.8 millones de hectáreas de bosque fueron arrasadas por las mortales y destructoras llamas en los estados australianos de Nueva Gales del Sur y Victoria. De media, alrededor del 2.0% de los bosques australianos se destruyen a causa de los incendios cada año. 

Otro estudio analiza los factores que empeoraron y aumentaron la destrucción provocada por los incendios: una sequía de varios años en la cuenca del río Murray. También se estudió un fenómeno denominado dipolo (también llamado el ''Niño indio'') en el Océano Índico (DOI), que afecta directamente en las precipitaciones australianas en particular. Originando que cuando la temperatura de la superficie del mar es más cálida que lo normal en el océano Índico oriental, estando las aguas del oeste más frías, generalmente provoca más lluvias en el sureste australiano. 

Los investigadores piensan que la sequía experimentada en la mayor parte de Australia desde 2017 está vinculada a una reducción de la frecuencia de este tipo de evento climático, debido al calentamiento oceánico general.

La temporada de incendios de Australia se ha calmado, pero su gente se enfrenta a más de una sola crisis. Con inundaciones que destruyen casas cerca de donde hasta hace poco las llamas ardían, los australianos están afrontando un ciclo de lo que los científicos llaman “extremos agravados”: un desastre climático que intensifica el siguiente.

Las temperaturas más altas hacen más que solo secar la tierra. También calientan la atmósfera, lo que significa que las nubes acumulan mayor humedad por mayores períodos de tiempo. Por lo tanto, las sequías empeoran, generan incendios y causando lluvias torrenciales que no pueden ser absorbidas por la tierra seca.

Un resultado de ese efecto para Australia es que la reconstrucción después de un desastre es mucho más complicada, haciendo que se produzca un aumento de los costos económicos de un clima alterado y en cambio constante.