El viaje de Ana

El taxi partió a las 13 horas del día 8 de febrero de este año. Los próximos días de Ana los pasaría en La Isla la Tortuga, cerca de la ciudad de Caracas, Venezuela

Al llegar las 16 horas del mismo día, Ana llego al aeropuerto y luego de un pequeño desayuno se dispuso a ir a la puerta de embarque ya que faltaban pocos minutos para que saliera el avión, muy emocionada y contenta de que todo había salido a la perfección, Ana embarco el avión el cual estaba a tiempo y en perfectas condiciones. Ya una vez dentro, Ana se dispuso a pasar las 8 horas de vuelo intentando dormir debido al arduo trabajo que había tenido los últimos días pero lamentablemente no pudo ya que por mala suerte tenía a su mano derecha un bebe que no pasaba del año y era entendible que llorara ya que era el primer vuelo del pequeño, por suerte, luego de la primera comida, el personal de la aerolínea entrego audífonos a los pasajeros y Ana aprovecho para utilizarlos para escuchar música relajante, bloqueando así, el constante e irritante lloriqueo, no habían pasado ni diez minutos y ya se escuchaban lo ronquidos de Ana, su plan había funcionado. Luego de un largo y necesario sueño reparador, al abrir los ojos lo primero que vio fue las costas caribeñas por la ventanilla del avión, las ocho horas de vuelo estaban por culminar, en el momento eran las 19:00 del mismo día, debido a la diferencia horaria.

Emocionada y descansada, el siguiente paso de Ana era simple, solo tenia que buscar una pancarta con su nombre ya que había una persona esperándola para llevarla a donde pasaría los siguientes días de sus vacaciones, al principio fue difícil ubicar al señor, pero luego de unos minutos que la afluencia de gente bajara, cerca de la entrada, se podía leer "Ana López".

Procedieron a entrar en el coche, solo era ella, una familia que venia de España y Roberto, el chofer, que luego de ubicar el equipaje en el maletero saludo amablemente a los recién llegados y les dio la bienvenida, el viaje en coche seria solo de 45 minutos para llegar al hotel, el tiempo paso muy rápido mientras Roberto ponía música caribeña y Ana conversaba con la amable familia, en un abrir y cerrar de ojos ya se encontraban en la recepción del hotel, allí Ana aprovecho para utilizar el Buffet libre y comer comida caribeña como nunca antes lo había hecho, casi tan llena que no podía caminar, decidió tomar un cálido baño y recibir un poco mas de sueño ya que aun lo necesitaba, para descansar y oartir a su destino final “La Tortuga”

El viaje fue por la mañana del día siguiente, a eso de las 10 de la mañana y con una duración de tres horas, Ana se sabia esto ya de memoria así que llego al punto de salida casi treinta minutos antes porque no podía con la emoción, el barco ya estaba listo para salir y solo a la espera de las personas que faltaban, pasados los minutos llego la ultima familia que faltaba lo cual completa la

tripulación, el capitán estaba listo para zarpar, dio las ultimas instrucciones de seguridad y aviso a los tripulantes que estaba bien que llevaran móviles pero solo para las fotos ya que a donde iban no iban a tener señal y dijo que estarían "desconectados del mundo", luego de decir esto los motores empezaron a funcionar y el viaje que Ana que tanto había esperado por fin estaba allí, mientras recorría las aguas caribeñas se podía ver una combinación de colores en el mar que dejaba sin palabras a los pasajeros, entre eso y unos delfines que decidieron visitarlos para nadar con ellos, ya Ana se decía a si misma que toda la espera había valido la pena, y así paso una semana completa, desconectada del mundo y enamorada, cuando regreso a su país, no para de hablar de sus experiencias y de recomendar lo que para Ana fueron sus vacaciones favoritas.