Navidades familiares, la gran obra teatral

El pasado 13 de diciembre asistimos en el teatro Borrás, a uno de los mejores espectáculos que han pasado en mucho tiempo por este recinto. Navidades familiares de Javier Álvarez, se estrenó en Madrid en 2018 con gran éxito de público y crítica y muchos estábamos expectantes y ansiosos, para que este espectáculo se pudiera ver en nuestra ciudad. No nos ha defraudado, más bien lo contrario. 

El espacio escénico es una representación de una casa de familia adinerada en plena navidad, preparada para una comida familiar. Todo bien preparado, con su mesa redonda en el centro, su árbol navideño, detalles para los invitados, etc. En ese salón es donde evoluciona toda la comida y donde van surgiendo los conflictos entre los invitados y con lo consiguiente, las carcajadas del público.

Se puede apreciar como la obra esta dividida en varias partes, en la primera, a modo de introducción, se van presentando los personajes a medida que van llegando a la casa, están los abuelos, los tíos, los primos… Esta parte se hace bastante interesante ya que vas conociendo a los distintos personajes y te vas identificando con ellos. 

La segunda parte sería el momento de la comida, es la parte más extensa de la obra y donde van apareciendo las diferentes tramas de la misma. Es la parte más divertida ya que van surgiendo conflictos graciosos entre los familiares, que ni ellos mismos se esperan, hasta que al final se convierte en una comida algo caótica. 

Y la última parte sería la de la despedida, donde los personajes se van yendo a sus respectivas casas y se quedan los dueños de la casa, con ésta destrozada. El fallo que hay en esta parte es que es un poco previsible, la gente ya esperábamos que la obra acabase de esta manera y no nos sorprende demasiado. 

Un detalle importante de la obra, es la música que aparece alguna vez de fondo en momentos precisos y que le funciona de maravilla en el desarrollo de la obra.
Y que decir de los actores, cada uno de ellos interpreta de maravilla a su personaje, se hace muy creíble ver a los actores interpretar sus papeles sin estar para nada forzados, disfrutando cada uno de su personaje e identificándose con los mismos. 

Por lo tanto, es una obra espléndida para todos los públicos, que recomiendo ir a ver a cualquiera para disfrutar de un buen rato riendo y pasándolo bien.