Comer mal saldrá más caro con el nuevo Gobierno

Hoy en día es muy fácil caer en la tentación de la conocida ‘comida basura’, grasas saturadas, harinas ultra refinadas, productos industriales procesados, azúcares añadidos que a la larga pasan factura en nuestra salud, pero que aún así añadimos frecuentemente en nuestra alimentación. Pero ahora, tal y como el nuevo ministro de Consumo Alberto Garzón anunció esta semana, el coste será mayor, es decir, alimentarse mal saldrá más caro.

El objetivo es contrarrestar el avance de la obesidad, ya catalogada como epidemia, la cual en España ya alcanza al 25% de la población según el último estudio oficial publicado. Una de las medidas citadas es mejorar el etiquetado de los alimentos, que serviría para informar mejor sobre este tipo de alimentos; pero la que más ha destacado es la de poner impuestos en los alimentos menos saludables. 

La industria de la alimentación no ha tardado en reaccionar a la declaración de intenciones del ministro. El director general de la Federación de Industrias de Alimentos y Bebidas (FIAB) Mauricio García de Quevedo declaró que «nunca como ahora ha habido una oferta de productos tan segura, variada y adaptada a gustos, necesidades y capacidad adquisitiva de los ciudadanos», al tiempo que manifestó al tiempo que manifestó su rechazo a las medidas fiscales. «No hay evidencia científica de que este tipo de medidas sean eficaces, ya que desde la fiscalidad no se cambian hábitos», dijo. En su opinión, el único fin de esa medida es recaudatorio y apuesta más por el etiquetado de alimentos que se basa en clasificar los productos con colores en cinco niveles del verde al rojo para identificar su calidad nutricional.