Para comenzar: ¿qué es el neoliberalismo? Podemos definir el neoliberalismo como el conjunto de ideas políticas y económicas capitalistas que define la no participación del Estado en la economía, dejando por fuera cualquier injerencia gubernamental, fomentando así la producción privada con capital único sin subsidio del gobierno.
Llegamos al punto clave y crucial en el periodo de la historia que va de 1982 a 1988 con el gobierno presidencial de Miguel de la Madrid en la que se introduce este nuevo concepto conocido como neoliberalismo y el cual es aplicado de manera estratégica; el inicio es marcado con las primeras ventas y privatizaciones de empresas paraestatales.
Durante la estadía de Miguel de la Madrid como presidente el gobierno contaba con participación en 45 ramas de la economía, pero para el último su participación se limitaba a solo 23 ramas. Resaltando que en el año de 1982 el gobierno federal contaba con 1155 empresas las cuales en 1988 reducirían su número a solo 412.
Para el gobierno de Salinas de Gortari este nuevo concepto se profundizaría más y se establecerían más claramente los principales postulados de la política económica gubernamental. Y es que cabe resaltar que dentro de esta etapa se realizaron algunas reformas constitucionales que impactaron enormemente la naturaleza del Estado; artículos como el 28, 73 y 123 referidos a la reprivatización de la Banca, la reforma electoral, de la ley de culto y el artículo 27 que abre la posibilidad para que los ejidatarios pudieran vender sus tierras a capitalistas nacionales o extranjeros. Con esto último se buscaba crear condiciones para definir un nuevo perfil de la propiedad agrícola, haciéndoles partícipes como arrendatarios, participantes del capital privado nacional, extranjero y tierras comunales, además de la compra y la venta, de incrementar la productividad y capitalizar el sector agrícola con ayuda del sector privado.
El neoliberalismo en México sigue estando bien presente con la suscripción al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entre México, Canadá y Estados Unidos y del cual en la actualidad el presidente estadounidense, Trump, amenaza con dejar y comenzar a “hacer América great again”; lo importante de este tratado en su inicio por el año de 1994 fue que generó grandes expectativas entre el pueblo mexicano ya que sería la entrada de México en la economía global y esto podría, además de considerarlo como un país primermundista o al menos uno en desarrollo, aumentar la expansión del sector agroexportador y por tanto activar la economía.
Contrario a todo lo que se añoraba, necesitaba, pensaba y todo lo que termina en aba con todo este rollo neoliberal México pereció y careció; todo esto trajo más cosas negativas que positivas: bajos salarios y/o mano de obra barata, dependencia económica de México con otros países (refiriéndonos a Estados Unidos), precios altos en servicios básicos, falta de respeto a los derechos laborales eludiendo obligaciones como patronos, desempleo, fracaso de sectores nacionales, desmantelamiento de la planta productiva, empleo informal; la economía mexicana, contrario a lo que se estaba expectante, no ha crecido en términos reales en los últimos 20 años.
Hablando en aspectos sociales el neoliberalismo y estos tratados comerciales no han disminuido la desigualdad y la inadecuada distribución de las riquezas; la pobreza aumenta y la distancia de alcanzar una estabilidad económica por parte de las clases inferiores es sumamente lejana.
En lo internacional, en ámbitos como la seguridad nacional, la política exterior, la política de defensa, la seguridad pública, la educación, las telecomunicaciones, la política laboral, la energía, las reglas electorales, etcétera, quedamos subordinados a las indicaciones del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial, de la OCDE y de otros organismos supranacionales.
Las desventajas son abismales e innumerables, hablando en todos los ámbitos: social, internacional, económico y más importante jurídico.
La cuestión aquí es: ¿por qué si la negativa en el pueblo es notoria no se hace nada para cambiarla? ¿por qué si se está sumergiendo al país en la miseria no se pone en práctica una forma de sacarlo a flote? La respuesta es sencilla: por el egocentrismo, el egoísmo y la tiranía de aquellos que están arriba viviendo cómodamente, regalando nuestro trabajo, nuestros bienes, tierras y recursos para ellos ganar, ganar y ganar.
Esta web se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier contenido generado en los espacios de participación en caso de que los mensajes incluyan insultos, mensajes racistas, sexistas... Tampoco se permitirán los ataques personales ni los comentarios que insistan en boicotear la labor informativa de la web, ni todos aquellos mensajes no relacionados con la noticia que se esté comentando. De no respetarse estas mínimas normas de participación este medio se verá obligado a prescindir de este foro, lamentándolo sinceramente por todos cuantos intervienen y hacen en todo momento un uso absolutamente cívico y respetuoso de la libertad de expresión.
No hay opiniones. Sé el primero en escribir.