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Expertos afirman que la contaminación del aire en Ciudad Juárez sólo ha sido abordada por estrategias superficiales que no atacan el problema de raíz, pues según las autoridades, no ha habido un incidente de alto impacto en materia ambiental, por lo que tampoco han considerado a la comunidad académica para atender el problema.
(Ciudad Juarez, una cuidad sin alto a la contaminación del aire) De acuerdo con una tesis de maestría desarrollada por Joel Hernández Escamilla, que analiza la emisión de material particulado dispersado por el viento entre los meses de febrero a abril, el aire en la metrópoli transporta hasta 30 diferentes esporas de hongos que, mediante las tolvaneras –que cobran más fuerza en las áreas sin pavimentar–, se dispersan y conforman lo que respira la población. Este trabajo fue compartido y examinado en una mesa de análisis, en donde el doctor Juan Flores Margez y la bióloga Alma Leticia Figueroa, previamente encargada de Ecología y Protección Civil, compartieron su conocimiento para analizar el factor viento de la ciudad. Según Flores Margez, “Prácticamente, la mitad de Juárez no tiene pavimento. Hasta hace algunos años andábamos en que casi 45% no tenía pavimento. (En el estudio, en el que además de las partículas de hongos se aunaron los factores de dióxido de carbono y otros gases contaminantes emanados por vehículos) Medimos también las partículas de 2.5 micras, que son las partículas que cuando respiramos se pasan a los alvéolos de nuestro sistema respiratorio, y llegan al pulmón”. El especialista enfatizó que las citadas moléculas de 2.5 micras son aquellas que causan efectos dañinos en las vías respiratorias, y que son comunes en esta época del año.
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“Estos hongos no son tóxicos pero en cantidades grandes pueden, obviamente, convertirse en patógenos para las vías respiratorias. La lista anda entre 30 géneros de hongos, lo que anda en el ambiente. Algunos son más tóxicos que otros, otros son muy naturales, como Aspergillus”, agregó. Por su parte, la bióloga Leticia Figueroa señaló que la geografía de esta desértica ciudad es un factor que impide la dispersión de los contaminantes, pues alrededor de Juárez existen montañas, que no permiten el flujo del viento y concentran las partículas. Asimismo, la ciudad no ha podido regular la situación de la contaminación en la frontera debido a que son pocos los inspectores y los vehículos con los que cuenta la Dirección de Ecología. En Juárez, la mayoría de la gente padece alergias. Se sabe que la gente de 25 años en adelante tiene menos conciencia ambiental, en contraste irónico con los menores de esta edad, quienes están más informados de la situación.
ESCRITO POR: RESPIRA MÉXICO Elizabeth Hernández Covarrubias |
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