Bucaramanga, en proceso de frenar la crisis ambiental.

En marzo pasado, por primera vez en su historia Bucaramanga registró índices nocivos de contaminación en el aire. A esta situación se le suma la actual emergencia sanitaria que existe por la clausura de el relleno sanitario El Carrasco y la numerosa cantidad de árboles que hacen falta en la ciudad: 130 mil 654 árboles. Lamentablemente los problemas ambientales en la capital de Santander no paran aquí. Debido al bajo índice de tratamiento de aguas residuales (11%) y a la falta de cultura de quienes arrojan basura a los afluentes, los ríos y quebradas de la ciudad presentan altos grados de polución. La invasión y destrucción de reservas naturales son otros de los perjuicios ambientales que sufre la ‘Ciudad Bonita’, a raíz del ya conocido ‘volteo’ de tierras para convertir áreas de protección en terrenos urbanos y por familias de escasos recursos que ocupan irregularmente tales zonas, como por ejemplo: Los cerros orientales, las escarpas occidental y sur-oriental del municipio, las rondas de los ríos Oro y Suratá, entre otras.

Como si fuera poco, el manejo de las basuras por parte de miles de bumangueses deja mucho qué desear y complica aún más el problema ambiental que existe.

Desde 2016, la Administración Municipal ha realizado múltiples acciones para eliminar los cerca de 120 puntos críticos que se identificaron en la ciudad, debido a la inadecuada disposición de desechos en andenes, separadores y vías. Así que con el objetivo de evitar una crisis ambiental y ecosistémica en la ‘Ciudad Bonita’, que puede ocasionar serios perjuicios para la población, la Alcaldía anunció que se adoptará una Política Ambiental, que comenzaría a ser aplicada en 2020.

Referencias bibliográficas: https://www.vanguardia.com/area-metropolitana/bucaramanga/asi-tratan-de-frenar-la-crisis-ambiental-en-bucaramanga-YD1612515