El cuidado de el agua, una medida necesaria.

Hace casi dos años, los habitantes de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, entraron en pánico porque se acercaba el “día cero” en que no habría agua suficiente para abastecer la ciudad. ¿Cómo evitar que una situación así ocurra en las ciudades colombianas? ¿Cómo proteger el recurso hídrico en el país?                                                                                          

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, en el mundo tres de cada diez personas carecen de acceso a servicios de agua potable y seis de cada diez carecen de instalaciones de saneamiento gestionadas de forma segura. Además, la escasez de agua afecta a más del 40 por ciento de la población mundial y se prevé que este porcentaje aumente.

Colombia podría parecer un lugar privilegiado en ese contexto, pues es el sexto país del mundo con mayor riqueza hídrica y el tercero de América Latina. Sin embargo, no está exenta de los riesgos y las causas vienen de todos los niveles. Entre ellas están el calentamiento global, la deforestación en el Amazonas, la destrucción de ecosistemas de páramo, la contaminación de fuentes hídricas, el bajo nivel de reciclaje, el mal uso del agua por parte de empresas y ciudadanos, y las pocas plantas de tratamiento de aguas residuales con que cuenta el país.                                                                            Precisamente, el domingo pasado, justo antes de empezar la Cumbre Mundial del Clima en Nueva York, la Organización Meteorológica Mundial lanzó el informe ‘Unidos en la Ciencia’. En este aseguró que la temperatura mundial promedio de 2015 a 2019 va en camino de convertirse en la más alta de cualquier periodo jamás registrado. Estos datos confirman la tendencia de los cuatro años anteriores, los más calurosos desde 1850, cuando comenzó el monitoreo de la temperatura global.

A esto se suma la preocupación mundial que han generado los incendios y la deforestación en el Amazonas. Esta situación afecta especialmente a Colombia y sus ciudades no solo por los gases de efecto invernadero, sino también por la conexión de este ecosistema selvático con los páramos que proveen gran parte del agua del país.

Referencias bibliográficas: https://www.semana.com/nacion/articulo/a-cuidar-el-agua/633735