DE LA VIRTUALIDAD Y OTROS DEMONIOS
Evocando a “Gabo” con uno de sus títulos más famosos, quiero titular este artículo donde abordaré un tema que generalmente no se toca en todo este asunto de la virtualidad y de las reuniones a través de estos medios; ¿qué hay detrás de cada una de las personas que se conectan?, ¿Qué se muestra en cámara, y qué se oculta?
Hay un fenómeno muy usual en las redes sociales en las cuales, con frecuencia, las personas muestran una realidad que realmente no tienen. Esto podríamos trasladarlo al ambiente laboral y estudiantil, sobre todo en esta época de obligada virtualidad dado que, aunque en la mayoría de reuniones no solemos activar la cámara, cuando sí hay que hacerlo, buscamos el mejor ángulo, la mejor iluminación, el mejor fondo y nuestro mejor atuendo (de la cintura para arriba. Podríamos estar perfectamente en pijama de la cintura para abajo).
Si te pidiera activar tu cámara en este instante, ¿qué vería?
Es ahí donde encontramos un mundo de gente, fisgoneando cada uno de los detalles del entorno en donde se encuentran nuestros compañeros al activar sus cámaras, revisando cada detalle y juzgando al locutor por su escenario de presentación.
Hallamos entonces esos escenarios que podrían decir mucho de las personas y el ambiente en donde habitan; bibliotecas llenas de libros, que presumen una gran intelectualidad, cuadros muy suntuosos o decorativos, que aparentan sofisticación, ventanales gigantescos donde pareciera que las personas se encuentran más que en un habitáculo, en un hotel cinco estrellas. Fabricamos ese mundo de fantasía, donde todo es armonioso, para que los ojos del mundo nos añadan un valor, nos fiscalicen y juzguen a través de ellos. Tristemente, caemos en ese tipo de banalidad, que no nos permite ver más allá de un escenario y deshumanizamos los procesos de comunicación tan básicos como el dialogo.
No es desconocido que, los medios de comunicación y las redes sociales nos venden esa idea de perfección, belleza, felicidad, que en la mayoría de casos es utópica, y desestima el valor de la personalidad, la moralidad, la espiritualidad. Vivimos en busca de una felicidad, que podría ser más simple de lo que siempre hemos pensado.
Ahora, hay que tener en cuenta, que esta situación de salud global, tan inesperada, nos ha tomado por sorpresa, y la gran mayoría de personas no estábamos preparados para ello, así que, recordando un ítem expuesto por mi compañero Camilo Andrés Pinto, donde dice que muchas personas no cuentan con los medios ni las herramientas para recibir este tipo de educación o para el trabajo remoto, deberíamos ser empáticos y considerados pero, infortunadamente no es así.
No quiero hacer una generalidad, pero infortunadamente, la gran mayoría de personas, criticamos a los demás por lo que tienen o no. Es ese inconformismo, egolatría y banalidad que nos hace insensibles se presta para deshumanizar (repito) nuestra interacción con otros.
Se ven redes sociales memes sobre este tema, y aunque en principio es gracioso, también pudiese ser un problema a largo plazo. Atreviéndome a suponer, sin ser psicóloga, creo que esta situación nos envuelve en una burbuja que quizás, después de todo el caos, ya no queramos romper.
Pero, volviendo al tema que se ha planteado en este artículo, podemos concluir que, como dice el adagio popular: “las apariencias engañan” y no todo lo que vemos es cierto, y no todo lo que mostramos, es lo real. Así que, esto puede ser una invitación a hacernos más humildes, tolerantes y empáticos, sabiendo que antes que cualquier otro rol que tengamos en la vida, somos humanos, somos habitantes de la tierra.
Esta web se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier contenido generado en los espacios de participación en caso de que los mensajes incluyan insultos, mensajes racistas, sexistas... Tampoco se permitirán los ataques personales ni los comentarios que insistan en boicotear la labor informativa de la web, ni todos aquellos mensajes no relacionados con la noticia que se esté comentando. De no respetarse estas mínimas normas de participación este medio se verá obligado a prescindir de este foro, lamentándolo sinceramente por todos cuantos intervienen y hacen en todo momento un uso absolutamente cívico y respetuoso de la libertad de expresión.
No hay opiniones. Sé el primero en escribir.