Ser un buen amigo es una gran cualidad, pero ¿qué hubiera deseado Fontanarrosa para su hijo en la época actual de pandemia, cuarentena, aislamiento y distanciamiento en la que los amigos ya no podrían ver venir a nadie porque ya nadie va y nadie viene? A lo sumo, podrían ponerse felices cuando el hijo se conecte a Zoom.
Una de las preguntas que nos deja el coronavirus es si luego de su paso la forma de relacionarnos como amigos y amigas habrá cambiado. “Lo que ocurre con el COVID-19 es que es un salto cuántico en todos los aspectos”, dice Santiago Siri, un emprendedor en tecnología y hacktivista.
“El e-commerce creció en los últimos dos meses lo mismo que en los últimos diez años. Se hiperaceleró, y esta fusión de hogar con oficina genera la versatilidad del uso de herramientas. El Zoom lo usamos ahora también para ver a nuestros amigos. Es interesante también cómo lo digital genera nuevas amistades: por ejemplo, cuando nos hacemos amigos de alguien por Twitter, por afinidad de intereses. Los lazos de amistad están cada vez más mediados por algoritmos que buscan generar más clicks y engagement”.
La teoría del Número de Dunbar dice que la mente humana está hecha para lidiar con 150 vínculos de amistad, pero el promedio de amigos en Facebook es de 400. A mayor cantidad, menor tiempo y menor fortaleza para esas amistades. “Entonces tenemos una mayor cantidad de amigos que son menos amigos, con menor intimidad”, explica Santiago Bilinkis, autor de Guía para sobrevivir al presente (y uno de los introductores de las charlas TEDx en la Argentina).
“Aunque lo que más transformó a la amistad en el último tiempo fueron las redes sociales, también hay algo respecto a Zoom: en la amistad mediatizada ciertas cosas se pierden y otras se ganan, como la no limitación geográfica. En una reunión en la que todos estamos remotos, no importa si un amigo vive a la vuelta de tu casa y otro, en la otra punta del mundo”.
Las amistades se están moviendo en su sustento quizás como nunca antes. Entre nuestros lectores y miembros, muchos se han distanciado de sus amigos y otros están conociendo nueva gente. Esto nos contaron cuando los consultamos en nuestras redes sociales:
“En algunos aspectos, la cuarentena acelera los tiempos y sincera las situaciones: es un tiempo bastante intenso”, dice Miguel Espeche, el coordinador general del Programa de Salud Mental Barrial del Hospital Pirovano. “Por eso se eclipsan algunas amistades y otras se fortalecen, y uno va entendiendo con quién puede tener un intercambio desde una emocionalidad más personalizada y singular”.
Para Espeche, sea como sea, la amistad en la cuarentena es muy importante. “El entorno de amistad puede ser una salida importante del encierro en términos psicológicos”, sigue. “Ante el encierro, la idea de que uno cuenta con amigos ya te libera la mente. Persiste el encierro físico, pero no tanto el psicológico, sobre todo existiendo las redes sociales y las videollamadas. Y también está el amigo que te acompaña aunque no esté: vos sabés que contás con él y podrías llamarlo, y ya ese solo hecho te tonifica para tu vida cotidiana y eso ya te ayuda. Y trasciende cualquier espacio físico o distancia”.
En estos últimos tiempos, las apps para compartir un rato con nuestros amigos se volvieron imprescindibles: Zoom, WhatsApp, Houseparty, Messenger, Meet, Jitsi, Parchis Star, Rave, Discord… La lista se agranda a medida que la cuarentena se extiende. Algunas de esas apps son para conversar y otras para jugar, pero todas buscan conectar a la gente aislada.
Y ya se volvieron parte de la cultura de la amistad en este tiempo: Adentro, una serie web argentina de siete capítulos que se puede ver en YouTube, cuenta la vida en Zoom de un grupo de amigos (con Connie Isla en el reparto).
“A todos los que escribimos”, dijo en entrevista Diego Vago (guionista y productor), “en algún momento alguien nos dijo: ‘Si te cuento mi vida, escribís una serie’. Entonces, estando encerrados, necesitando más que nunca el contacto con amigos a través de la pantalla, la idea cayó por su propio peso”.
Entre los centennials, hoy todo se trata de hacerse un poco de compañía digital. Camila tiene 15 años, vive en Escobar y hace muchas llamadas y videollamadas. “A veces hablamos y otras veces cada uno hace la suya y vamos comentando qué hacemos”, dice. Todos los días charla por WhatsApp y, cada tanto, por Zoom. Y cree que la cuarentena la acercó a sus amigos. “Al extrañar, te das cuenta de que son re importantes”.
En el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, un grupo de adolescentes que van a eventos tradicionalistas (cabalgatas, jineteadas y destrezas) y que viven en Pigüé y en Puán, hicieron un video para demostrar su amistad en cuarentena:
“En la adolescencia y primeros años de la juventud, la socialización es muy importante”, dice Espeche, del Hospital Pirovano. “Muchos jóvenes se adaptan bastante bien a la cuarentena porque ya venían usando las redes sociales como un terreno familiar o casi una extensión del propio cuerpo. La posibilidad de hacer algunas ceremonias compartidas, aun con una pantalla en el medio, hace circular la afectividad. Si bien escapan muchas cosas que ocurren cuando estamos presentes, no dejan de ocurrir otras cosas importantes cuando la amistad se desarrolla a través de las plataformas como Zoom o WhatsApp”.
Entre nuestros lectores y miembros, aquí hay cuatro mujeres que se aferran a la amistad en la cuarentena:
Pero la cuarentena a veces puede complejizar un vínculo y obligarnos a evaluar en quién podemos confiar, a quién necesitamos en nuestras vidas y quién más nos importa: esa es la tesis de Kate Leaver, autora de The Friendship Cure: Reconnecting in the Modern World, un libro que explora la amistad moderna.
“A menudo tenemos amigos en nuestras vidas que no nos hacen ningún bien”, dijo Leaver en una entrevista. “Hay personas con las que ya no tenemos nada en común, excepto tal vez un historial compartido. Te sugiero que te alejes suavemente de esas amistades o pienses en cuánta energía invertís en ellas, y cambies eso”.
Los riesgos son muchos, advierte Leaver: conflicto, arrepentimiento, dolor, soledad; y ahora podría no ser el momento para una ruptura total de la amistad. “Aún así, es un buen momento para evaluar amistades y determinar la mejor manera de nutrir a las personas que más nos importan”.
A fin de cuentas, quizás sea como dice Robin Dunbar, un profesor emérito de Psicología evolutiva en la Universidad de Oxford y experto en amistad humana (el mismo que planteó la teoría del Número de Dunbar): todo nuestro éxito en la vida, incluyendo lo bien que nos resistimos a las enfermedades y nuestra longevidad, se ve afectado por el número y la calidad de nuestras amistades. Pero el afecto no viene gratis, sino que tenemos que trabajar duro para mantenerlo. Y ahora agregamos: la cuarentena, con toda su duración, es una gran oportunidad para repensar cada uno de nuestros vínculos de amistad.
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