Obama rompe su silencio

En Estados Unidos, los expresidentes suelen mantenerse al margen de la política. Pero esta semana un exasperado Barack Obama rompió esta tradición en un poderoso discurso en el funeral del excongresista demócrata y defensor de los derechos civiles John Lewis. El expresidente no titubeó al afirmar que “hay gente en el poder que está haciendo todo lo posible para desalentar el voto (…), incluso socavando el servicio postal antes de las elecciones”. Se refería, por supuesto, a Donald Trump, empeñado en mostrar al tradicional voto por correo postal, que no le conviene, como un medio para hacer fraude en las presidenciales de noviembre.

Poco después, Trump confirmó que pretende quedarse en el poder al publicar un trino en el que  acaricia la idea de aplazar las elecciones, por lo que le han llovido críticas de todos los sectores. Obama, además, atacó la interferencia federal en varias ciudades envueltas en protestas. “George Wallace ya no está, pero somos testigos de que nuestro Gobierno federal envía agentes para usar gases y bastones contra manifestantes pacíficos”, dijo. Wallace, un gobernador de Alabama, se hizo célebre por impulsar la segregación racial en los años sesenta. Así, Obama puso en el mismo balde a Trump y al líder racista, que en 1963 dijo: “Segregación ahora, segregación mañana y segregación siempre”