El miércoles por la mañana, Tom Brady hizo algo que no había hecho en sus 20 años de carrera: aparecer en el show de Howard Stern de Sirius XM Radio. En más de 2 horas de entrevista, el ahora quarterback de los Buccaneers no solo habló de que llevaba un año considerando salir de New England, sino de las razones de llegar a Tampa Bay y temas variados extra cancha, como su amistad con Donald Trump, quien hasta intentó que saliera con su hija Ivanka, el consumo de alcohol y marihuana en la escuela, y su matrimonio con Gisele Bundchen, que hace unos años corría peligro.
"Fue incómodo para mí. No quería entrar a esa arena. El apoyo político es totalmente diferente al de un amigo".
"Eso fue hace mucho tiempo, hace demasiado en mi vida. No fue que hayamos tenido una cita ni nada por el estilo".
"Hace un par de años, ella no sentía que estaba siendo parte de la familia. Ella sentía que mientras estaba la temporada, se encargaba de todo en casa, pero cuando terminaba la temporada, yo pensaba 'genial, ahora haré todas estas otras actividades y empezaré a entrenar'. Ella se sentaba y decía '¿cuándo harás algo en casa?' ¿Cuándo llevarás a los niños a la escuela?'. No estaba satisfecha con nuestro matrimonio y tuve que cambiar eso".
Brady mencionó que Gisele le escribió una carta para expresar todo eso. "La tengo todavía guardada en mi cajón y la leo. Es una carta llena de emociones en la que decía lo que sentía en ese momento en nuestro matrimonio".
También habló de cómo se conocieron. "Cuando la conocí, no pensaba que estaba listo para una relación, pero nos llevamos bien. Pensé que era la mujer más hermosa que había visto en mi vida".
"Sin duda que me divertía en la preparatoria, con salir de fiesta, tomar y fumar marihuana en ocasiones".
¿La razón por la que dejó de hacerlo? "Sentí que estaba decepcionando a mi padre".
"La escuela fue más difícil para mí que los deportes porque no me interesaba mucho las clases. Era lo suficientemente listo para pasar sin esforzarme mucho".
Brady recordó una anécdota de sus primeros años en la liga, en la que un golpe le provocó una hernia que hizo que un testículo le creciera del tamaño de una naranja. Matt Cassel le puso el apodo 'bolas moradas'.
"Te terminas acostumbrando. El pene de cada tipo luce exactamente igual. Un hombre es un hombre", aunque sí se mostró en contra a una cuestión del vestidor, las duchas abiertas: "¿Por qué diablos hacemos eso?".
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