¿Vivir o no vivir?

Siempre se ha dicho que solo hay una vida y que hay que disfrutarla al máximo. Ya lo decía Avril Lavigne, La vida es como una montaña rusa; vívela, sé feliz, disfrútala.

Pero ¿es realmente lo que hacemos? ¿Disfrutamos la vida? ¿La vivimos al máximo? ¿Nos dejamos llevar? Somos... ¿felices?

El miedo a hacer algo mal, que nos juzguen, que nos recuerden por esa metedura de pata… nos limita la vida, o más bien, no nos permite vivirla realmente.  Pero ¿es eso lo que queremos? ¿Seguiremos dejando de actuar solo por miedo? ¿Hasta qué punto pretendemos seguir así?

No importa si se es joven o no, nunca es tarde para hacer aquello por lo que te mueres de ganas, aquello que te da miedo hacer por el qué dirán, aquello por lo que se te pone un nudo en la garganta y no te deja seguir adelante…

Al final y al cabo, la vida es eso, miedo. Nadie sabe a ciencia cierta qué es lo que te va a deparar la vida, qué es lo que va a ser de ti, por eso, ¿por qué no hacer lo que realmente quieres? ¿por qué sobre piensas tanto? A fin de cuentas, la vida es realmente eso, momentos de temor que se afrontan con el fin de lograr momentos felices, de crear recuerdos y anécdotas que te hagan sonreír con el paso de los años.

Así que, atrévete a perder el miedo. Empieza a vivir realmente la vida, a disfrutar del momento y dejarte llevar por él. Las mejores cosas pasan cuando no las piensas, y esta vez, no va a ser menos.

Vive la vida que realmente quieres vivir.