La maldición del estatismo

"Las 'emergencias' siempre han sido el pretexto por el cual se han erosionado las salvaguardas de la libertad individual, y una vez suspendidas no es difícil para quienes han asumido poderes de emergencia ver que la emergencia persiste".

Friedrich Hayek en "Derecho, legislación y libertad"

Desde hace décadas es bien sabido que algunas pequeñas empresas no son capaces de cubrir sus gastos, sin embargo, en los años de crisis, como lo fue el 2020 es muy perjudicial para estas empresas, debido a las restricciones que son impuestas por “seguridad” poniendo en juego su estabilidad, dejando a los pequeños emprendedores en quiebra y sin apoyo financiero, en tal situación. Los gobiernos propusieron estrategias para que se redujera el daño, pero la pregunta que surge en la población es, ¿Realmente ayudó el gobierno en tal situación? ¿Realmente recortaron impuestos? a partir de estas preguntas se genera inseguridad en la población

La economía es algo que debe estar en constante movimiento y cambio, para poder funcionar.

La pandemia de Coronavirus demostró la fragilidad de nuestro sistema económico global, donde todas las naciones dependen unas de otras y de sus mercados autorizados, a pesar de tener sistemas fuertes, sigue siendo demasiado inestable, lo que podría provocar que entre en crisis.

Por lo tanto, el encierro ha provocado el cese de las operaciones comerciales, las pequeñas empresas quebraron y las empresas tuvieron que despedir personal, creando desempleo. No importa la fortaleza de las empresas, todas entraron en crisis, con los cambios bruscos que trajo la pandemia.

Así como los corredores de bolsa también han temido la caída global de los precios en varias empresas, esto es solo sinónimo de pérdida de valor real.

De hecho, la ineptitud de las promesas del gobierno, en un intento fallido de arreglar la crisis, causó graves daños. Sin embargo, los credos políticos no tienen nada que ver con la verdad económica, con la "buena intención" de alentar la economía sólo lo han empeorado todo, con el aumento de la deuda pública y los impuestos para saldar la deuda que adquirieron.

Las empresas se han cerrado a la fuerza, a pesar de realizar adaptaciones creativas y, a menudo, costosas para continuar atendiendo a sus clientes de manera segura. Industrias enteras están siendo diezmadas por orden gubernamental.

Todo esto se hace bajo el disfraz de una "emergencia" de salud pública y todo esto puede hacerse cumplir mediante la coerción del gobierno.