La hipocresía izquierdista: "haz lo que yo digo... cuando no mando"

Ha saltado hoy a la portada de los periódicos digitales (en este caso, okdiario.com), una de esas noticias que hacen frotarse los ojos por la sorpresa a cualquiera que no conozca el proceder habitual de la izquierda. La noticia en cuestión es la siguiente: http://okdiario.com/deportes/2016/08/13/tv-que-asesoraron-iglesias-monedero-propone-excluir-deportistas-gais-juegos-olimpicos-317155.

A grandes rasgos, se trata de una encuesta planteada a través de una conocida red social en la cual se pregunta a los internautas si creen que los atletas gais deberían o no ser excluídos de los JJOO de Río 2016. En honor a la verdad, hay que decir que dicha encuesta ha durado muy poco tiempo ya que provocó tales respuestas de indignación que finalmente el canal de televisón que la planteaba decidió retirarla sólo unas pocas horas después de presentarla. Bueno, ¿y quién era el artífice de dicha encuesta? Pues nada menos que una de las televisiones oficiales del régimen venezolano, concretamente TeleSur, bien conocida en España especialmente por los principales dirigentes de Podemos, ya que una buena parte de ellos (Pablo Iglesias, Iñigo Errejón, Juan Carlos Monedero, Carolina Bescansa, Luis Alegre y Alberto Montero) constituían el patronato de la fundación CEPS, embrión de Podemos, cuando ésta firmó un convenio de asesoramiento con TeleSur por valor de cerca de 22.000 euros. También es la televisión que solía entrevistar a Iglesias, Monedero y Errejón cuando alguno de ellos acudía a Venezuela a rendir pleitesía a Hugo Chavez (quien, a cambio, ordenó financiar a la Fundación CEPS con 7 millones de euros).

Pero bueno, dirán ustedes, ¿los de Podemos no son esos que están todo el día dando la matraca con los derechos de los homosexuales y resto de integrantes de lo que se ha dado en llamar "colectivo LGTB"? Pues sí, ésos son. ¿Y cómo es posible que allí donde pintan algo, aunque sólo sea como asesores, ocurran cosas como este tipo de encuestas? Pues es muy fácil, respondo yo: porque una cosa es predicar y otra dar trigo. Por supuesto que, allí donde no manda y necesita montar follón, la izquierda es la mayor defensora de los homosexuales, pero ello no les impide financiarse con dinero proveniente de Irán, donde se cuelga a los homosexuales de las grúas, o de Venezuela, donde se plantean este tipo de encuestas.

Pero es que esto no debería sorprendernos. Tambien es la izquierda, de cara a la galería, quien exige con más ímpetu la igualdad de género, lo cual no impide que, cuando en su propio seno ocurren (como han ocurrido estos días en el Círculo de juventud de Podemos Madrid) situaciones de agresión sexual, acoso y abuso de posición dominante, sencillamente se manipulan las actas para evitar que la situación salga a la luz pública y, mientras tanto se trata, no de solucionar el problema expulsando a los agresores, sino de buscar y purgar a los "topos" que han aireado el caso. ¿Alguna de las integrantes de Podemos ha dicho algo al respecto? Ni pío. ¿Tampoco aquella Marisol "la roja", de Alicante, que se autoproclamaba "animalista, feminista y desviada"? Tampoco.

Tambien son las izquierdas quienes, en todas partes del mundo, son más vehementes a la hora de exigir la apertura de fronteras para paliar el drama de los refugiados. Sin embargo sólamente ocurre allí donde no pintan nada, ya que entre los países que más refugiados acogen no se encuentran Cuba, Corea del norte, Venezuela, China... Tampoco lo estaban, en su día, la URSS, el Vietnam de Ho Chi Min, la Camboya de Pol Pot, el Chile de Allende ni ninguno de los países del telón de acero.

Sí estaban, en cambio, estos países, entre los más militarizados del mundo, a pesar de que la izquierda "occidental" se proclame pacifista y antimilitarista. Ya he contado en otra ocasión una anécdota personal que me sucedió en Kazajstán, tierra natal de mi entonces novia y hoy esposa. Pasando por delante de un colegio me sorprendieron los uniformes de camuflaje que llevaban algunos de los niños (10 o 12 años, calculo) que salían de clase. Natasha me explicó, con toda naturalidad, que probablemente salían de la clase de "instrucción miltar", una herencia de la URSS adoptada hoy día por la mayoría de las repúblicas que la formaban. A esa edad los niños reciben lecciones sobre cómo cavar trincheras, instrucción en tácticas de guerra, organización de guerrillas y en algunas de dichas repúblicas (aunque no en Kazajstán), se les enseña a disparar o a fabricar pequeños explosivos.

Por supuesto, el hecho de proclamarse laicistas, tampoco les impide defender a regímenes como el iraní donde la sharía es la ley, ni financiarse con la ayuda de dicho régimen. Ni el proclamarse los mayores defensores de la cultura y de la educación pública les lleva a condenar al régimen chino, uno de los países con mayor índice de analfabetismo ni siquiera la dictadura de Pol Pot en Camboya, donde los Jemeres Rojos fusilaban a la gente por tener gafas, ya que eso era demostración de que sabían leer. El único libro del mundo digno de ser leído era el Libro Rojo de Mao, pero nadie necesitaba leerlo ya que el adoctrinamiento con él era constante durante todo el día. Ni el hecho de exigir la limpieza en el deporte les llevaba a condenar a la antigua RDA o a la URSS, donde el dopaje de estado está más que comprobado, ni a Rumanía o a China, donde a las niñas de apenas tres o cuatro años se les separaba de sus familias para someterlas a entrenamientos espartanos y convertirlas en campeonas olímpicas de gimnasia.

En fin, ¿para qué seguir? Esta es la izquierda: "haz lo que yo exijo donde no pinto nada, no lo que yo hago allí donde mando".