Al matar, unos asesinos se sienten fuera de sí mismos, otros sienten que tienen gran poder y control, algunos experimentan sádico placer y hay quienes muestran fría indiferencia. Entretanto, tras asesinar, unos sufren culpa y pesar, como D. Andrew Nielsen que afirmaba sentir que se mataba a sí mismo; en tanto que por ejemplo, Chikatilo, afirmó que sentía “paz mental” después de asesinar…