Facundo y los Maorís

Facundo y los Maorís

En su libro, Facundo Civilización y Barbarie, Domingo Faustino Sarmiento defiende su posición de rechazo hacia los pueblos indígenas y en especial hacia los guachos. En este libro, Sarmiento sostiene que gran parte de los problemas de Argentina durante la época de 1830 habían sido causados por gauchos como Juan Manuel de Rosas, quienes eran bárbaros, incultos, ignorantes y arrogantes; gracias a ellos la sociedad argentina no había logrado progresar hacia la civilización. A su vez, define a los gauchos como seres sin inteligencia, sin instrucción, que no trabaja y que jamás podría mejorar su situación:

“Feliz en medio de su pobreza y sus privaciones, que no son tales para quien nunca conoció mayores goces” Cita extruida del texto original del libro de Sarmiento

 Además de alagar constantemente a los ciudadanos europeos y a quienes Vivian en las metrópolis, a quienes él consideraba “Civilizados”. Así los definía:

“Vive de la vida civilizada; allí están las ideas de progreso, los medios de instrucción, alguna organización, el gobierno municipal, etc.”

 Pero estas ideas, aunque en su momento se las consideraron como acertadas, se vieron desmentidas. Actualmente se pueden encontrar ejemplos como el de Nueva Zelanda, el país del continente de Oceanía no es solamente uno de los países más ricos del mundo, sino que es en el día de hoy el país más prospero en el que vivir (Puesto que ocupo 6 veces en los últimos 10 años), según un informe del Legatum Institute, para el cual se tuvieron en cuenta diferentes factores:

Calidad Económica

 Facilidad para realizar negocios

Gobiernos

Educación

Salud

Comodidad & Seguridad

Libertades civiles

Cuidado del medio ambiente

Este país además de todo esto, tiene una fuerte integración y orgullo por la cultura maorí, un pueblo que según su tradición, se establecieron allí en sucesivas migraciones iniciadas hacia el siglo X y concluidas en el siglo XIV procedente de la Polinesia oriental. Estos pueblos tuvieron que adaptar su economía y su organización social a las nuevas condiciones ambientales y, distanciadas del resto del mundo, crearon una cultura original. Hoy en día, el maorí es junto al inglés y el lenguaje de señas uno de los lenguajes oficiales en este país; y este pueblo representa, en este momento, un 14% de la población Nueva Zelandesa.

 Este ejemplo desmiente todo aquello que Sarmiento sostenía ferozmente: Nueva Zelanda, sin despegarse a sus costumbres, igualmente pudo progresar tanto socialmente, como cultural y económicamente de una manera estrepitosa desde el siglo pasado. Por lo que podemos concluir con que las ideas de Sarmiento no eran tan acertadas como se suponían que lo eran hace unos siglos atrás y que el desarrollo o no de un país no depende de si un grupo de personas son o no “Civilizadas”, es decir, de origen Europeo para Sarmiento; y que sin perder las tradiciones y valores de estos pueblos un país puede crecer sin problema alguno siempre y cuando haya un respeto hacia el otro, y que la posición de Sarmiento en cuanto a los gauchos en argentina del siglo XVII no solo fue errónea sino que incluso se la puede calificar de repulsiva, ya que llego a proponer la exterminación de estos pueblos para un mayor y mas rápido progreso del país.