Un sacrificio que transformó el curso de la historia de la humanidad

BASE BÍBLICA: 1 Corintios 5:6, 7

INTRODUCCIÓN:

Por siglos, los pecadores debieron sacrificar corderos y aún tórtolos en expiación por sus pecados. Era un ciclo que no terminaba, porque como anota el apóstol Pablo, no hay justo, ni siquiera uno (Romanos 3:10-18)

Sin embargo, el sacrificio del Señor Jesús en la cruz, trajo una modificación sustanciar al curso de la historia de la humanidad. Permitió que todos recibiéramos perdón de pecados y liberación.

I.- EN EL ANTIGUO PACTO, LOS PECADOS SE EXPIABAN CON SANGRE

1.- Verter sangre era el camino para recibir el perdón de Dios (Levítico 17:11)

• La sangre se vertía en el altar.
• Por siglos prevaleció este ritual en el antiguo pacto.

2.- Con la sangre, se selló el pacto de Dios con Su pueblo, para traer perdón (Éxodo 24: 7, 8)

II.-  LA SANGRE SE VERTÍA PARA QUE NO FUERAN PECADORES LOS QUE DEBIERAN SER SACRIFICADOS.

1.- Abraham estuvo dispuesto a sacrificar a su hijo Isaac, su único hijo (Génesis 22:1-12)

2.- Dios a través de su ángel le mostró a Abraham un carnero, para que no debiera morir Isaac (Génesis 22:12, 139

3.- Dios mostró desde el comienzo de la humanidad, su amor y misericordia por los pecadores.

III.- EL SEÑOR JESÚS ES EL SACRIFICIO ÚNICO Y VERDADERO POR LA ETERNIDAD

1.- La sangre del Señor Jesús fue vertida en la cruz para hacernos libres y redimir nuestros pecados (1 Pedro 1:17-21)

2.- No son necesarios nuevos sacrificios, porque Cristo nuestra pascua, ya murió por nosotros para permitirnos acercarnos al Padre (1 Corintios 5:6, 7)

CONCLUSIÓN:

En la sangre derramada como sacrificio había una significación especial. Ahora, cabe aclarar aquí que no solamente era con el pueblo de Dios. Otras culturas del mundo, incluso en América, tenían esta práctica aun cuando se desconoce la especificidad del propósito que les asistía.

Usted y yo, gracias a la sangre vertida por el Señor Jesús, fuimos declarados justos y libres. Nuestro amado Salvador lo hizo por amor, porque no desea nuestra perdición eterna.

© Mensaje elaborado por el pastor Fernando Alexis Jiménez con base en los apuntes del Sermón predicado en la MISIÓN EDIFICANDO FAMILIAS SÓLIDAS (Sede Oriente)

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