Soneto para olvidar
Vete, me quedo en mí prisión encarcelado.
Pero deja mi corazón aquí, en mi pecho,
Qué ya una vez fue deshecho,
Por la agonía vil de tu recuerdo.
Yo por mi parte dejaré,
Qué tu aroma se consuma en mis memorias.
Serás eso, que no contaré en mis historias.
Ya serán estos los últimos versos en que te lloraré
Me apartaré de tus recuerdos
Y negare la magia de tu esencia,
Seremos entonces dos extraños,
Tratando de olvidar con impaciencia.
Los muchos deseos acomplejados,
Qué traicionan de repente a mí conciencia.
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