Por Marisela Castellón
En El Salvador se vive actualmente el fenómeno de las “pandillas” o “maras”, grupos antisociales, rebeldes que fueron deportados por migración de Estados Unidos, decidieron establecerse con la idea de que sería de nuevo aceptado en el país, poder reinsertarse en la sociedad pero el gobierno los negó.
Hubo varios intentos de programas por parte del gobierno como “Mano Extendida” o “Mano amiga” pero ninguna funcionó.
Por ello, otras fundaciones no gubernamentales, al saber que las pandillas estaban siendo un gran problema para la sociedad salvadoreña, la violencia con la cual siempre recurrían estos jóvenes para obtener lo que querían, se dispusieron ayudar gratuitamente a jóvenes que no quería estar en problemas de pandilla, pues algunas maras los reclutaban, si estos no aceptaban, morían a mano de ellos.
Una organización llamada Teen Challenge brinda ayuda a los jóvenes fundada en 1955 en Estados Unidos y llega a El Salvador en 1988 por el pastor David Wilkeson. Esta organización es conocida como uno de los mejores centros de rehabilitación del mundo, los programas que ofrecen son talleres de serigrafía, costura y panadería. Estos programas son completamente gratuitos y duran un año.
Todos estos programas van encaminados de la mano de Dios, por lo cual cada miembro que se alojan en la casa de rehabilitación, recibe diariamente estudios bíblicos para conocer más la palabra de Dios, ya que es la base fundamental de la organización, según su página web.
Muchos de los jóvenes que están en este programa se les puede ver vendiendo pan dulce en los buses de San Salvador. En su página, muestran 3 testimonios de como la fundación ha logrado reinsertar a jóvenes que sufrieron de drogadicción y del fenómeno de las pandillas.
Uno de ellos, es José Armando Sigüenza, ingresó con la edad de 21 años y nos dice “A la edad de 10 años empecé andar en las calles y desde ahí empecé hacer lo malo, a robar, a consumir drogas, etc. Pero un recibiendo consejos decidí ignorantemente ingresar a la pandilla “MS” Mara Salvatrucha, donde cometíamos muchos delitos y lo hacíamos sin pensarlo”.
“Luego de haber andado en las calles me encontré con un hermano que había estado en un ministerio de rehabilitación llamado Teen Challenge, y me dijo que en este lugar nos daban la mano para seguir adelante y es un lugar donde la gloria de Dios se manifiesta de manera increíble […] Ahora después de mucho tiempo he empezado a recuperar a mi familia y mi deseo de servirle a Dios como Misionero”, afirma Sigüenza.
Asimismo, existe Servicio Social Pasionista “surge a partir de la iniciativa de la Congregación Pasionista en El Salvador, situada en el municipio de Mejicanos, que ante la situación de violencia que afecta a la población del municipio empieza a desarrollar distintas acciones de atención, principalmente dirigidas a la niñez, la adolescencia y la juventud”, afirma Veronica Reyna, psicóloga coordinadora del área de derechos humanos en Servicio Social Pasionista (SSPAS).
Reyna comenta que la organización SSPAS trabaja en la prevención de la violencia y promoción de una cultura de paz. El trabajo se basa en la promoción de los derechos de la población y el apoyo y acompañamiento en el ejercicio efectivo de los mismos.
Estos programas buscan brindar formación técnica como cocina, panadería, cosmetología, motociclismo, entre otros para poder hacer vínculos laborales con empresas socias. Además del acompañamiento a jóvenes en conflicto con la ley para el cumplimiento de las medidas sustitutivas a la detención, acompañamiento a la organización comunitaria de adolescentes y jóvenes de 26 comunidades de vida y 20 centros escolares públicos.
Existen otras organizaciones que no tienen programas de reinserción pero que sus proyectos ayudan a que muchos jóvenes no caigan en las pandillas para mejorar la educación a los niños, adolescentes y jóvenes que son la población más vulnerable de la sociedad salvadoreña en caer en tales maras y truncarles la vida, tal es el caso de FUSALMO.
La organización Fundación Salvador del Mundo (FUSALMO) “es una fundición salesiana sin fines de lucro fundada en el 2001 por medio de procesos educativos integrales desarrollando programas y proyectos flexibles que responden a las necesidades de la niñez, adolescencia y juventud en zonas de mayor población y vulnerabilidad” dice la página web de FUSALMO.
“Nuestro trabajo nos ha permitido acumular una sólida experiencia, logrando atender cada semana a un promedio de 7,500 niños, niñas y jóvenes en los diferentes programas que se desarrollan en los polideportivos, lo que se traduce en un total 265,000 personas atendidas en 15 años, extendiendo el trabajo a 10 departamentos y 31 municipios a nivel nacional”, afirma uno de los comunicados de dicha organización.
Su lema es “Comparte, sueña y transforma”. Entre algunos de sus programas más importantes son: Apoyo en Tecnologías Educativas al IMJ, Educación Integral Liberador, Apoyo en Formaciones a Aldeas SOS, Apoyo en Educación y Protagonismo en las Sociedad de Alegría, entre otros.
Son muchas las organizaciones no gubernamentales que están empeñadas a cambiar la situación de muchos jóvenes que sufren en las calles por causa de las drogas o que necesitan insertarse luego de dejar las pandillas, por lo que constantemente están implementando proyectos. A estos jóvenes no les cabe duda que el país necesita más de estas oportunidades, más apoyo por parte del estado y sobre todo aceptación de estos en la sociedad.
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