LA EUTANASIA INFANTIL, UN DOLOR MÁS EN PADRES

Francisco es un niño que nació con parálisis cerebral y con el paso del tiempo su salud se fue deteriorando más y más hasta llegar a tener ataques de epilepsia, escoliosis y displasia de cadera y su salud se llegó a complicar demasiado, por tanto sus padres se ven obligados a solicitar a la eps, la eutanasia para su hijo porque estaba sufriendo demasiado y querían el derecho de su hijo a morir en paz; a pesar de que la tutela que interpusieron para obtener lo solicitado, falló a su favor, ningún médico quiso practicarlo a pesar de la ordenanza de la ley. Finalmente Francisco muere por asfixia y epilepsia sin que se le haya otorgado su derecho a la eutanasia.

Desde mi punto de vista considero que en este caso sí se debió practicar la eutanasia puesto que era un niño que estaba sufriendo, sin poder disfrutar de su niñez, de jugar con sus amigos, de divertirse, de viajar, conocer; y a pesar de que hubo un fallo los médicos por su convicción de que ellos está para salvar vidas, no para quitarlas, no le practicaron el procedimiento, sus puntos de vista es entendible, pero hay que entender que una persona está sufriendo y que a pesar de estar viviendo, no tiene vida.