El “basurero” de la televisión

El día de ayer, al hacer un viaje por el recorrido de los canales de mi televisor, me encuentro con un programa de nombre “Destardes” dirigido al público adolescente, en donde frecuentemente se burlaban de sus compañeros por alguna característica física, además de escaso contenido atractivo, por lo que minutos más tarde decido cambiar de canal, para encontrarme al pintoresco conductor “Recta” quien también recurría al recurso de la burla para fabricar sus chistes. 

Ahora bien, no se trata de una televisora en específico, sino del contenido de la televisión en general al alcance del público de todas las edades a cualquier hora del día.

La mayor parte de los programas que al día de hoy se trasmiten en la televisión regiomontana están sumergidos en escaso contenido cultural, y se centran en juegos grotescos, burlas y ofensas hacia otras personas del mismo programa o televisora.

Los insulsos programas de espectáculos y de revista donde los conductores en ocasiones se expresan con palaras altisonantes sin censura, además del amarillismo de los noticieros, es una muestra de la televisión que nos avergüenza a muchos regiomontanos.

Algunos ejemplos de estos programas son “Es show”, “Premios FAMA” emisiones que están a cargo de personas sin gracia, con poca formación sobre comunicación y que recurrentemente se burlan de los defectos de quienes tienes a su alrededor, además de denigrar a la mujer.

Este tipo de programas sobrepasa la línea de la legalidad, ya que, dentro del reglamento de la Cámara de la Industria de la Radio y la televisión prohíben el leguaje ofensivo, racista y denigrante; aunque, no me sorprende que las dependencias de gobierno no regulen este tipo de contenido de la programación local ya que estas dependencias tienen publicidad o emisiones, que benefician a ambas partes.

Pero si se han mantenido por varios años en cualquier horario, es porque sigue habiendo gente que enciende su televisor y le da espacio a éste estilo de programación, por ello es cierto que los televidentes tenemos la televisión que nos hemos merecemos.