El viernes pasado murió el actor Peter Fonda, Hijo de Henry Fonda y hermano de Jane Fonda. Esta última confirmó su deceso con un escueto comunicado: "En uno de los momentos mas tristes de nuestras vidas,no tenemos palabras para expresar el dolor en nuestros corazones" Peter falleció en su casa de Los Angeles por una afección pulmonar
Fonda se impuso en 1969 a través de su película Easy Rider, como uno de los iconos de los años 60 y de la contracultura norteamericana. Tuvo una carrera marcada por este papel. Fue una interpretación que se constituyó en la imagen propia del motoquero. Pero no de cualquiera, sino de aquel que sin rumbo fijo intenta vivir el sueño de la aldea global. Ningún lugar es más importante que el que viene
Hijo de Henry Fonda, una de las más grandes leyendas del Hollywood, nació en New York en 1940. Comenzó a actuar en televisión, después de cumplir los 22, haciendo pequeños papeles. A finales de la década de los 60, se fue metiendo en el movimiento hippie y contracultural.
Junto a Dennis Hopper y Jack Nicholson, estrenó Easy Rider en 1969, una película de motoqueros y carretera cuyas imágenes de libertad intentan a definir el espíritu de su generación. Fonda y Hopper conduciendo sus motos, vestidos con atuendos a estilo y espíritu Hippie, por el desierto, son una escena soñada por casi toda una generación de jóvenes americanos
La toma de sus corridas por entre montañas, a pleno sol, con anteojos que también serían luego parte de la construcción del personaje símbolo y la canción Born to be wild como cortina, quedó como una de las escenas más reconocibles de la historia del cine. Fonda fue nominado al Oscar al mejor guion.
Easy Rider se hizo con solo 384.000 dólares y en siete semanas. Entre Los Ángeles y Nueva Orleans Fue un enorme éxito, estuvo en el lugar indicado en el momento preciso. Había algo "Soplando en el viento" que los jóvenes americanos querían seguir. La película se convirtió en una especie espíritu místico. Marcó en buena medida, el camino para el cine independiente y de bajo costo, de la década siguiente.
Fonda fue casi toda su vida el rostro del motoquero libre y contracultural californiano. Para una generación sería siempre Wyatt, con campera del Capitán América, subido en una moto, con anteojos de sol que escondían una miopía prominente y un casco de barras y estrellas. Dió entrevistas recordando anécdotas de aquel rodaje durante las cinco décadas siguientes. No volvió a hacer un papel con tanta relevancia y trascendencia .Aunque fue nominado al Oscar como mejor actor, por su papel en el film “El oro de Ulises”, de 1997.
El próximo 20 de septiembre en el Radio City Music Hall de Nueva York, Peter preparaba un evento especial por el 50 aniversario del estreno de Easy Rider. Seria una una proyección en la que iba a estar él e iban a tocar en directo John Kay, de Steppenwolf, y Roger McGuinn, de The Byrds. Este año, el actor presentó la versión restaurada de su película en el Festival de Cannes. All donde en el año 1969, recibió el premio a la mejor ópera prima. En dicha presentación Fonda define el corazón mismo de su flim:
“Menudo viaje”, de una habitación de motel en Toronto en el 67 a armar ruido en la costa de Cannes en el 69. Una carrera loca por las escaleras del Palais hacia los libros de historia del cine. Buscábamos América. ¿La encontraríamos hoy? No lo creo. ¿Realmente la cagamos? Por supuesto. 50 años después, ¿la seguimos cagando? Por supuesto. Disfruten de la copia restaurada. Canten las canciones. Ríanse. ¡Recuerden el espíritu! Encuentren el amor”.
Wyatt (Peter Fonda) y Billy (Dennis Hopper) comienzan un periplo en sus motos, recorriendo un país cercado por el odio y el fundamentalismo. Se les enfrenta la agresión sureña que al verlos solo atina a despreciarlos, o las comunas hippies que los rechazan de igual forma, sin virulencia, pero con la misma actitud de exclusión.
Con Easy Rider, el cine nos muestra el final de una década, los sesenta, llena de vibrantes energías políticas y alzamientos sociales. Un reflejo del malestar de la sociedad civil, síntoma que se atenúa con el tiempo pero seguirá articulándose como una espina dorsal.
Carretera asfaltada de doble mano, una metáfora de máxima de abstracción, se erige como el punto álgido de la fuga de una realidad desagradable. Marcada a fuego por Vietnam, los magnicidios de los Kennedy y una acuciante desconfianza en las instituciones gubernamentales. Las tres forman un cuerpo macizo para, a través de la carretera y el desplazamiento itinerante, mostrar a una juventud disidente, que se mueve al ritmo de la música como sustancia conductora.
Arranca Easy Rider y pone el foco en esa utopía libertaria del rock, ejemplificado en el himno de guerra” Born to be wild” o en el mismísimo Jimmy Hendrix. En cambio, el pop y el soul , ya no actúan como proclamas, sino como hilo conductor para conformar un impulso que no sea monótono y tenga, diferentes colores y gamas. Por ello, la música sirve para inyectar combustible a las fuerzas rebeldes de los desclasados. Asoman The Doors, aunque el ruido del motor es devorador, y deja poco espacio para otros protagonismos.
Easy Rider, a pesar de sus errores y su aspecto, absorbe la contracultura, pero sin atreverse a llevarla a sus máximas consecuencias. Tiene valor como testimonio de un final de tiempo (el fracaso del idealismo y de la lucha de los movimientos civiles y estudiantiles por una sociedad mejor)
Esto lo marca su descelance final, trágico para personajes y para espectadores.Moralmente aleccionador ,sepulta rebeldías que no acepta.El largo camino de una carrretera no los lleva a ningún lugar y la película describe perfectamente ese punto.Sueños oníricos desde una sensibilidad estimulada por diferentes sustancias,son sepultados en el asfalto,para lección de propios y ajenos ,
Bien es cierto que intenta ser un cine experimental, pero lo reduce a pequeñas partes (la filmación con cámara en mano o la secuencia del viaje lisérgico en el cementerio), que no acaban por quebrar la narración clásica, por mucho que trate de enfrentarse a ella. No obstante, sus titubeos, sus incursiones ponen en crisis del relato hollywoodienses.
La historia se encuentra en una encrucijada sin saber qué dirección tomar. Porque no es casual que estos dos outlaws, que creen ingenuamente encontrar su libertad mediante el tráfico de estupefacientes, tampoco abogan por el proyecto de comunidad alternativa del movimiento hippie.
Discutir frontalmente la cultura oficial, por los impulsos de desagrado de quien deja la ciudad, la abandona, como piedra fundante de lo nuevo, no solo niega la importancia del destino, sino que tampoco da importancia al camino. No existe ningún proceso de maduración y de evolución. Tampoco hay descubrimientos externos e internos y ni siquiera se huye para mantener el amor lejos de la sociedad.
Desprovistos de motivos y de causas que impulsen la acción, dejando atrás el romanticismo del antihéroe, solo asistimos al centelleo oscuro del sujeto en continuo movimiento. Correr para no quedarse quieto, sin rumbo, sin brújula y sin dominio. Una exploración austera de una metafísica del tránsito hasta llegar a la nada: ruido de motor y líneas de asfalto como únicos denominadores., una odisea en moto por los grandes espacios del suroeste estadounidense.
La imagen de Peter Fonda con las piernas extendidas en su Harley-Davidson pintada con los colores de la bandera estadounidense es un emblema del cine de esa época. La construcción de un mito que en una sociedad de mercado no perdió la oportunidad de ponerle precio. Un ejemplar de esa moto se subastó por 1,35 millones de dólares en 2014.
Esta web se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier contenido generado en los espacios de participación en caso de que los mensajes incluyan insultos, mensajes racistas, sexistas... Tampoco se permitirán los ataques personales ni los comentarios que insistan en boicotear la labor informativa de la web, ni todos aquellos mensajes no relacionados con la noticia que se esté comentando. De no respetarse estas mínimas normas de participación este medio se verá obligado a prescindir de este foro, lamentándolo sinceramente por todos cuantos intervienen y hacen en todo momento un uso absolutamente cívico y respetuoso de la libertad de expresión.
No hay opiniones. Sé el primero en escribir.