Entrevista// Natalia Carrizo
Por Liliana Majic
(gentileza Revista Lubidulia)
Natalia nació en 1981, en Buenos Aires. Es escritora, aficionada a la fotografía y Licenciada en Publicidad. Ha trabajado sobre violencia de género y violencia simbólica y mediática tanto desde el Estado como en organizaciones gremiales y políticas. Participó de numerosas publicaciones y obras colectivas, literarias y periodísticas. En 2016 presentó No Somos Diezmo, el primer poemario de su autoría, luego de ser destacada por el Grupo Paco Urondo. En 2018 formó parte de la antología Martes Verde del Colectivo de Poetas por el Derecho al Aborto legal. En 2019 publicó Que vuelvan los lentos y las Molotov con Editorial Sudestada, participó de la publicación Acciones Poéticas del Colectivo de Poetas por la Memoria, la Verdad y la Justicia, y formó parte de la exposición (+) Mundos (-) Imposibles con uno de sus poemas en el Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Caraffa (Córdoba), en el marco de BIENALSUR.
-¿Llama la atención tu capacidad de escribir sobre lo inmediato, en las redes? ¿se puede llamar poesía social?
-Poesía social podría ser un buen nombre. O poesía urgente, le dicen algunos; poesía de contexto. Para mí es compromiso poético, poder mirar la realidad y saber que nos merecemos otra cosa; decir el dolor como sembrándolo, darle a lo que ocurre un canal que también pueda de alguna manera fluir y contener sin negar que estamos inmersos en una coyuntura que definitivamente necesita más poesía, y no lo digo por más poemas, poesía en el modo de vivir.
Me surge como respuesta porque la palabra violenta la violencia, es un lazo, hace lazo, une; el modo poético puede verbalizar lo que no tiene vocablo, lo indecible, lo inefable, para darnos una oportunidad frente al shock de la realidad, cintura para movernos entre tantas lanzas y espinas. Para mí escribir Que vuelvan los lentos y las Molotov fue una forma de encuentro y supervivencia en medio del Macrimen organizado. La poesía es una respuesta sensible, y eso es justo lo que necesitamos, menos crueldad, menos adormecimiento, menos aceptación y más sensibilidad.
-Dicen que hay más escritores de poesía que lectores ¿Crees que es así? ¿ la poesía está presente en los medios?
-Creo que el tema de la poesía y los lectores pasa por dos planos, al menos ahora en mi pensamiento. El primero es que hay mucha poesía que es metapoesía, o porque solo habla de la poesía, o porque solo está pensada para ser circulada en el mundillo de los poetas y “medirse la pluma”; entonces se genera un clima expulsivo a otros públicos. Pero esto no es todo, la verdad es que para mí la poesía no es la capacidad de escribir un buen poema, sino un estado de mirada, que podemos tener todos, escribamos poemas o no. En ese sentido, cualquier persona que se envuelve en poemas, que gusta de ese estilo de escritura, se puede dar a escribir lo propio; creo que es difícil arrimarse a la poesía sin intentar algún poema cuando la vida aprieta o sonríe, cuando se embarulla o se engrandece. Y como fenómeno de lo actual, es imposible negar que las redes sociales animaron a todos a escribir con más frecuencia poemas, relatos, anécdotas, opiniones, lo que sea; eso seguramente también juega en todo esto. Los modos artísticos de la escritura y la fotografía se volvieron asequibles, acortaron su distancia.
-¿Cómo te conectaste con la escritura?
- La escritura me gusta desde siempre, escribí muchas cosas, no siempre poemas. Hace un tiempo me pasó que quise empezar a sistematizar eso, y en esa búsqueda estamos. Alguien me dijo alguna vez que ese sistematizar, que en sí es trabajar, es lo que diferencia al escritor de quien escribe. Así que supongo que soy alguien que escribe dándome la posibilidad de ser escritora. Un amigo músico una vez me dijo que escriba un libro y ya, que lo publique, que le pierda el respeto o el temor reverencial a eso que hacía; quizá no supo cuando lo dijo la enorme liberación que eso representó para mí, meses después salió No somos diezmo. Sistematizar y darse al intento, eso es todo.
-¿Ves algo positivo en esta crisis? ¿para qué rayos están los poetas?
-Todas las revoluciones y las grandes confrontaciones con lo establecido tienen sus voces poéticas, eso no es una casualidad. Hace un tiempo en una nota dije que la poesía no hace la revolución pero que la revolución no puede hacerse sin poesía. Creo que sea de contexto, social, personal, filosófico, o lo que sea, cada poema responde a pequeños estragos internos, algunos resuelven revoluciones y otros ahogos melodramáticos. Pero la poesía apuesta a dejar entrever el mundo sensible, y eso es justo lo que necesitamos; ante la maquinaria del sistema que nos engrana, eso ya es revolucionario.
-¿Qué es para vos feminismo’
- Para mí la militancia feminista encarnada es imprescindible para volver el mundo un lugar más habitable, y no hablo solo de la concientización sobre el cuidado y el respeto a la vida y los cuerpos de las mujeres y de las diversidades. Hablo de lo femenino como capacidad gestante no destructiva, como vasija que puede contener, dar a luz, como espacio-cuerpo que recibe, como apertura. Lo femenino es la apuesta de lo que tiene que crecer en estas tierras arrasadas por la mano de El Hombre; de eso estoy convencida.
-¿Te dijeron alguna vez que tu poesía es panfletaria? ¿No académica?
-La gente es mala y comenta, decían en el barrio. A mí la verdad me importa poco cuando hago poesía de trinchera si alguien piensa que mi poesía no es suficientemente elevada; porque me parece elevado saber encontrarse con la simpleza. La superioridad es digna causa del que en verdad necesita alguien que lo mire de abajo para sentirse elevado. Yo hice un camino de regreso, un puente, entre esa capacidad del pensamiento intelectualizado y hasta academicista que me vino entronada por pertenencia cultural, y esta capacidad de cagarme en todo (piiiiiip); encontré el valor de ser esa tipa que lee El Erotismo de Bataille y después escribe. Decime como quieras, llamado cariñosamente por las pibas: La puta subversiva, con la misma soltura. Creo que hay que aflojarle a la rosca anal con el intelecto. La intelectualidad y el goce estético también pueden ser una jaula… Dicho esto, no todo lo que escribo es así, rudo y crudo, yo también tengo mi metapoesía, mis textos sumamente metafóricos, y algunas masturbaciones intelectuales y estéticas; solo que se conocen menos porque a muchos de los que me leen les importan menos que esas otras creaciones en qué *miro de frente y sin velo*, y por algo será. Hay una frase de un tema de La Renga que dice Me fue más fácil intentar la vida que venderla al intelecto y la conformidad… Eso es poesía para vivir, y creo que lo resume todo, andar por cualquier camino que tenga corazón. Somos todos suficientemente esclavos en el mundo del capital, el trabajo y la producción como para ceder al ojo ajeno a la hora de la creación; libertad de expresión, y a la gilada, ni cabida.
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