Antecedentes
Doctrina Monroe
Acuerdo anglo-francés de no intervención post movimiento insurgente.
Reconocimiento de Gran Bretaña como país independiente después del derrocamiento de Iturbide.
Conflictos económicos-políticos con Francia 1824-1838.
Pérdida de más del 50% de territorio (Texas, California, Nuevo México y La Mesilla).
Derecho de perpetuidad de tránsito por el istmo de Tehuantepec (Tratado de Mclane-Ocampo).
Tratado Mon Almonte firmado por los conservadores y desconocido por Juárez.
Causas
El régimen de Porfirio Díaz tuvo como principal causante la Rebelión de Tuxtepec de 1876, en la cual el caudillo se opuso a la reelección de Sebastián Lerdo de Tejada, motivada en parte por las frustraciones acumuladas por Díaz en sus sucesivas derrotas electorales, así como por la impopularidad reinante del presidente Lerdo, derivada del acaparamiento del poder por parte de Juárez y sus seguidores durante la restauración de la República.
Bajo el lema Orden, Paz y Progreso Díaz logró mantener en orden al país, sacrificando la libertad e impidiendo cualquier intento de rebelión.
Desarrollo
Con la caída de Maximiliano, México recuperó a plenitud su soberanía. El Presidente Benito Juárez se dedicó a reorganizar la administración civil y militar, reduciendo el efectivo del Ejército.
Insatisfecho con su situación política, el General Porfirio Díaz lanzó el Plan de la Noria el 1/o. de octubre de 1871, levantándose en armas contra el gobierno Juarista, pero fracasó. Dicho Plan pugnaba por la “No Reelección”.
El 18 de julio de 1872, víctima de una angina de pecho, falleció el Licenciado Benito Juárez, figura fundamental en la historia de México. A su muerte, el Licenciado Sebastián Lerdo de Tejada asumió la presidencia por Ministerio de Ley. Su gobierno transcurrió sin mayores incidentes hasta que pretendió reelegirse.
El Plan de Tuxtepec fue lanzado el 1/o. de enero de 1876. Porfirio Díaz planteaba el propósito de evitar la reelección de Lerdo de Tejada.
El 20 de mayo de 1876, en Icamole, tropas leales infringieron una terrible derrota a los sublevados comandados por el General Porfirio Díaz, quien se vio obligado a retirarse al sur de la República. A pesar de su derrota en Icamole, el General Porfirio Díaz continuó combatiendo a los lerdistas. El 16 de noviembre de 1876, se produjo la Batalla de Tecoac, enfrentándose Díaz con el Gral. Ignacio R. Alatorre; durante el reñido combate, ambos bandos estuvieron cerca de la victoria, pero la oportuna llegada de refuerzos porfiristas, al mando del Gral. Manuel González, provocó la derrota de Alatorre.
Derrotadas en Tecoac sus mejores tropas, Sebastián Lerdo de Tejada no tuvo más remedio que renunciar a la presidencia, la cual fue asumida, el 28 de noviembre de 1876, por el General Porfirio Díaz, quien había entrado triunfante a la Capital el 21 del mismo mes.
Al asumir la Presidencia el General Porfirio Díaz, se dio a la tarea de reestructurar el Ejército; creó el Cuerpo Especial de Estado Mayor, que tenía como función formar la Carta General de la República, redujo las unidades militares y las que quedaron las profesionalizó. Impulsó la educación militar con la creación de la Escuela Naval militar, Escuela Militar de Aspirantes y la Escuela Militar de Esgrima.
Fue durante este periodo que el Colegio Militar vivió sus años dorados al pasarse de las instalaciones del Arzobispado en Tacubaya, a Chapultepec; en que se formaron grandes militares que destacaron en campos de la ingeniería, industria, finanzas, arte, periodismo, literatura, etc… como los Generales Felipe Ángeles, Heriberto Frías, etc…
De igual manera se modernizó el armamento y la industria militar, para lo cual se compró maquinaria en Europa, se dio mantenimiento a las armas, se restableció la Fábrica de Pólvora, se impulsó la tecnología militar con el diseño del sistema de cerrojo "Mondragón" que fue el primer fusil semiautomático, además de mejorar el sistema de disparo de los cañones franceses Saint Chamond.
Asimismo, se modernizaron los buques de la Marina, se hicieron maniobras con fuego real, tanto para el Ejército como para la Armada, a fin de mantenerlos operativos y con el mejor adiestramiento.
Tras treinta años en el poder, el General Porfirio Díaz, había logrado una aparente estabilidad económica y social en México. Pero esto a consecuencia de la opresión del pueblo, mismo que estaba muy descontento con el gobernante.
Cuando Porfirio Díaz volvió a reelegirse, en el año de 1910, se sabía de antemano que continuaría dando preferencia a los capitales extranjeros y a los grupos nacionales que estaban de acuerdo con sus políticas, esto fue un factor más para el descontento popular.
Conclusiones
Porfirio Díaz es sin duda una de las figuras más polémicas de nuestra historia. Atacado por unos y defendido por otros. Pero estamos conscientes que el Gral. Díaz formó parte de una etapa crucial en el acontecer social, político y económico de nuestro país.
Bajo su dictadura México consiguió un importante progreso económico. Aumentaron las inversiones de capital extranjero, lo que favoreció la construcción y expansión de la red de ferrocarriles, se elevó el desarrollo de la minería de plata, se instaló la primera línea telefónica, inauguró la comunicación vía telégrafo en Oaxaca, se exhibió el fonógrafo, entre otras cosas. Por tal motivo consideramos que Díaz es un pilar importante en el desarrollo de México por todos estos avances.
Por otra parte, nos encontramos en desacuerdo con su delirio de grandeza que lo empujo a intentar durar más tiempo en el poder, se sentía dueño del país.
Además era malinchista, ya que consideraba que lo mejor provenía del extranjero. Trataba de imitar los estilos europeos, tanto en costumbres de la vida cotidiana como en modelos arquitectónicos, una muestra de ello es el Palacio de Bellas Artes.
Por lo tanto llegamos a la conclusión de que una persona como él, que logró grandes avances para el país, también es una persona que pudo estancarlo en sus últimos años de gobierno; ya que sentimos que ya no pensaba en servir al país sino en que el país le sirviera. También consideramos que antes de poder amar a lo demás tenemos que aprender amar a nuestras raíces.
Además era malinchista, ya que consideraba que lo mejor provenía del extranjero. Trataba de imitar los estilos europeos, tanto en costumbres de la vida cotidiana como en modelos arquitectónicos, una muestra de ello es el Palacio de Bellas Artes.
Por lo tanto llegamos a la conclusión de que una persona como él, que logró grandes avances para el país, también es una persona que pudo estancarlo en sus últimos años de gobierno; ya que sentimos que ya no pensaba en servir al país sino en que el país le sirviera. También consideramos que antes de poder amar a lo demás tenemos que aprender amar a nuestras raíces.
Su mandato se caracterizó por un crecimiento económico gracias a la inversión extranjera, la realización de obras públicas y el desarrollo de la industria en ciertas regiones, pero también por el uso de la fuerza para doblegar a la oposición y una muy desigual distribución de la riqueza. La Revolución acabaría con el gobierno de Díaz e inauguraría una nueva etapa para la historia de México.Cabe mencionar que en varios compañeros surgió cierta admiración hacia Porfirio Díaz, porque de ser un hombre humilde, residente de Oaxaca, logró ser un personaje ilustre de México.
Aunque Porfirio Díaz reiteraba que ya el país se encontraba listo para la democracia, realmente nunca quiso dejar el poder y en 1910, a la edad de 80 años, presentó su candidatura para una nueva reelección, la cual fue rechazada por el público obrero. Ante estos hechos, Francisco I. Madero convocó a la rebelión, la cual surgió el 20 de noviembre de ese año, y terminó con la entrada triunfal a la ciudad, derrotando al dictador.
Consecuencias
Estabilidad política
Desde su independencia en 1810 hasta que Porfirio Díaz instaló su gobierno de facto, México se caracterizó por las constantes confrontaciones a nivel político.
La lucha ideológica entre liberales y conservadores, las intervenciones extranjeras y la Guerra de la Reforma eran los detonantes de la conflictividad.
El porfiriato impuso de manera autoritaria el orden y la paz. Convencido de que la actividad política era un obstáculo para el progreso, Díaz la redujo al mínimo. Implementó la política “pan o palo”, ofreciendo a sus oponentes cargos en la administración pública.
Si no aceptaban, estos desaparecen misteriosamente. El acabar con la disidencia y la despolitización permitieron que la nación disfrutará de un periodo prolongado de estabilidad política.
Modernización
En el siglo XIX, muchas naciones querían alcanzar el ideal de progreso. En ese sentido, los ferrocarriles eran el símbolo máximo del progreso económico.
Los primeros contratos para construir trenes en México se firmaron alrededor de 1830, pero la inestabilidad política y la falta de capital retrasaron su ejecución.
El porfiriato se propuso como objetivo la construcción de ferrocarriles. Así, utilizando fondos de inversión extranjera, se construyeron unos 24.000 km de vía férrea.
Los trenes garantizaban llevar los bienes al mercado de una manera segura y permitieron a los residentes rurales desplazarse a la ciudad para conseguir empleos.
Además, el suministro de electricidad a las ciudades, la creación de complejos industriales, la rehabilitación de instalaciones portuarias y el desarrollo de la minería de metales industriales abrieron las puertas a la modernización del país.
Crecimiento económico
Para alcanzar el progreso, México necesitaba capital y el porfiriato logró arreglar los asuntos fiscales del país tanto a nivel nacional como internacional.
La solidez de las finanzas mexicanas, el establecimiento de una moneda estable y la tranquilidad política y social atrajeron la inversión extranjera. Así, los fondos europeos y estadounidenses permitieron la construcción de la infraestructura requerida.
Por otra parte, creció la ganadería hasta el punto que podía abastecer el consumo interno y la exportación.
También prosperaron la industria mediana textil y papelera, y la minería industrial. Las mejores condiciones en materia de transporte ferroviario, de puertos y comunicaciones telefónicas y telegráficas propiciaron el desarrollo del comercio.
La exportación de productos naturales superó la importación de manufacturas, alcanzando un nunca visto superávit comercial.
Distribución desigual de la riqueza
A pesar del éxito económico de México durante el Porfiriato, sus consecuencias sociales fueron negativas. El ingreso real per cápita era muy bajo y los niveles de desempleo aumentaron debido a la mecanización.
El capital estaba concentrado en pocas manos, especialmente inversores locales y extranjeros. Por otro lado, la tenencia de tierras se privatizó, llevando a una mayor concentración de la propiedad de la tierra.
Esto incrementó el número de población rural sin tierra. Las familias ricas conservaban la mayor parte de los terrenos productivos y la mitad de los mexicanos rurales trabajaban para ellos.
La mayor parte de la población siguió siendo predominantemente pobre y rural, y la división de las clases sociales se profundizó. Con el surgimiento de la clase media en las ciudades, se amplió la brecha entre el México urbano y el rural.
Revolución Mexicana
Conflicto político y social de mano armada en contra del gobierno dictatorial del presidente mexicano Porfirio Díaz, quien había declarado que, luego de terminar sus años como presidente, no se harían más elecciones libres. El anuncio produjo un agite eufórico en el pueblo y los opositores políticos.
La Revolución mexicana se inició el 20 de noviembre de 1910 en México como consecuencia del plan de San Luis, impuesto por Francisco Madero. Luego de una serie de conflictos, el dictador Porfirio Díaz renunció y se exilió a Francia.
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