La Noche del Payaso
Por: Dario Montoya
El domingo 10 de noviembre, en el centro de Tlanepenatla, la Arena Lopéz Mateos, abrió sus puertas en punto de las 20:00 hrs, para que una ola de personas, sedientas de sudor, sangre y violencia en despliegue ocuparan sus lugares alrededor del cuadrilátero. Así junto al ritmo de una cumbia, y el olor a garnachas, tortas y refrescos, entramos a un coliseo de lona y colchoneta.
Un torneo no puede llevarse a cabo sin una serie de fases de presentación, alrededor de las 20:15 hrs, hicieron su entrada el par de gladiadores: Psycho Clown, junto con musical de carnaval distorsionada, el rostro pintado de blanco y dos rombos azules enmarcando sus ojos, exprimió dos botes de serpentina, sacudiendo la lengua por fuera. Después entró Dragon Force, con un juego de luces rojas y un traje igualmente rojo brillante, aunque su rostro estaba cubierto por la máscara escarlata, no escondía el rictus de fiereza, al contrario, lo proyectaba, su personaje no es aquel caos desbordado como su oponente, sino la fuerza y disciplina encarnadas. Por lo que pude comprender, ambos se enfrentaban de nuevo, en una especie de revancha o lucha de honor.
El reloj marcó las 20: 30 hrs, y comenzó oficialmente la primera fase; El payaso con su mohicano rosa es el primero en traspasar las paredes del cuadrilátero, personaje que, aunque preste vida a una especie de villano, tiene el carisma para ganarse a los espectadores, pues la gente corea su nombre a gritos. Por su parte Dragon Force busca hacer un cuadro de impetuosos movimientos alrededor del ring, pero no logra conseguir el mismo apoyo del público.
Comienzan con los golpes y los castigos, una andanada de patadas en el pecho, en la cabeza, en la espalda. La lucha sucede veloz, un castigo tras otro sin dar tregua, Psycho arranca las muñequeras y adornos del traje de Dragon y las arroja al público, una dama aficionada, recoge uno de éstos y lo guarda en su bolso como recuerdo de la noche.
Dragon trata de enviar a su adversario contra las cuerdas, pero este revierte el castigo y la espalda del enmascarado se estrella contra las ligas. Aunque rápidamente Dragon alza a su rival por la espalda dejándolo caer al suelo y saltando sobre él. Pero la venganza del payaso no demora, después de una serie de patadas, levanta al enmascarado y lo lanza fuera del cuadrilátero. La gente de las tres filas aledañas se levanta de sus asientos y el cuerpo de Dragon deshace las filas cayendo brutalmente sobre las sillas. Clown baja, de un salto y con una risa estridente mientas sujeta su collar de púas. Rojo se levanta.Ambos luchadores comienzan a golpearse ahí, la gente se arremolina a su alrededor, no hay barreras entre el aficionado y el luchador, lo que sí hay es un diálogo entre los gritos, los porrazos.y las bebidas del público que avientan hacia los luchadores “¡Acabalo!,¡Mátalo!”.Cansados de los golpes en el pecho, deciden recurrir a los cabezazos.
Dragon logra zafarse de su oponente y regresa al cuadrilátero, sobre la tercera cuerda forma una especia de símbolo con las manos sobre su pecho: ¡Dragonforceeeeee!, grita. Cuando el payaso regresa al ring, todo se resume en una última acción. Psycho Clown aprovecha un segundo de distracción de Dragon y lo castiga, lo levanta y le hace un movimiento de contralona, brutalmente sobre la colchoneta , es un castigo sórdido. Suficiente para dormir al Dragon, pues este ya no se levanta, el réferi cuenta las tres palmadas de rigor. Ha ganado el payaso.
“ Psycho Clown celebrando su victoria, antes de arrebatarle la máscara a su rival”
Son apenas las 21:30 hrs, y la gente ya aplaude el desenlace, de inmediato sube la asistencia “médica”, (Aunque quien sabe si alguna de esas personas tiene realmente conocimientos médicos, y quien sabe si en verdad los necesita). La gente se arremolina sobre el filo del cuadrilátero con los celulares en mano, todos quieren tomar una foto del final.
Por fin se levanta el Dragon, sólo fueron unos segundos de aturdimiento, semi- noqueado toma el micrófono y dice “Psycho Clown, eres un cabrón, tienes huevos”
Pero Psycho no es un payaso bonachón, y acepta el cumplido de su derrotado oponente sometiéndolo de rodillas y quitándole la máscara, que después zarandea por el aire, también con la lengua de fuera y riendo como él sabe hacerlo, mientras Dragon camina de regreso a los bastidores por un pasillo de burlas, abucheos e insultos.
Son las 21:40 hrs y la batalla ha llegado a su fin.
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