Las mujeres de Arabia Saudita por fin podrán tener pasaportes y viajar de forma independiente

Las mujeres en Arabia Saudita finalmente podrán tener un pasaporte y podrán viajar al extranjero sin la aprobación de un tutor masculino, un cambio de política que marca una gran relajación sobre las limitaciones del reino sobre las mujeres.

Según un comunicado del Ministerio de Información de Arabia Saudita, permitirán que todas las mujeres soliciten el pasaporte, como todos los ciudadanos, y que las mujeres mayores de 21 años puedan viajar independientemente.

Antes, las mujeres necesitaban la aprobación de un tutor masculino para conseguir un pasaporte y las mujeres sin pasaporte, se les daba una página en los pasaportes de sus guardianes masculinos, y por lo tanto no podían viajar sin su acompañante. La reforma, entrará a finales de agosto.

En los últimos años han habido grandes cambios, en las elecciones de 2015, pudieron votar por primera vez y 17 de ellas por lo menos fueron elegidas ese año. 

Está siendo una reforma histórica, a las mujeres se les dió el derecho de conducir en 2017 y en 2018 se les otorgó su primera licencia de conducción.

Varias de estas reformas están encabezadas por el heredero Mohammed bin Salman para que Arabia Saudita se modernize y relaje el código social conservador. Junto con varias iniciativas sobre derechos, las reformas también han visto la introducción de los primeros cines y conciertos en el reino.

Algunos críticos, señalan que todavía quedan cosas por mejorar, Arabia Saudita sigue una forma rigurosa del islam Wahhabi, que impide la mezcla de sexos en eventos públicos.

Las mujeres para hacer cosas, como casarse, divorciarse o montar un propio negocio todavía necesitan la autorización de un tutor masculino. En los casos de que el padre de una mujer fallezca o esté ausente, su esposo, un pariente masculino, hermano o, en algunos casos, incluso un hijo, debe dar su aprobación antes de que la mujer pueda conseguir los derechos básicos.

Poca autoridad es lo que tienen también las mujeres en su propias vidas, la posición legal de una mujer allí es igual a la de un menor y su testimonio en la corte tiene menos peso que el de cualquier hombre.