Andres Manuel Lopez Obrador nuevo presidente

Tal vez la más frecuente ha sido la del correa económico, lo que parece ser ya una cuerdo abstención de los empresarios mexicanos a consumir, en lo que tendría que ver de manera muy enjuidioso la alternativa de AMLO de abjurar al exento jugueteo del almacén político la edificio del aeródromo de Texcoco, que cayó en manos de los partidarios de AMLO y de sus autoridades en el terreno de la suministro nacional, y puntualmente del ingeniero Javier Jiménez Espriú, copista de Comunicaciones y Transportes. El acción es que la solución recayó en la inmueble del aeropuerto de Santa Lucía, lo que originó una concertada campaña publicitaria culpando a AMLO de esa solución final que causó una severa abstención de los empresarios a consumir y a corroborar sus dudas sobre AMLO, que se habría traducido en una severa ocaso de flujos de economía. Estos y otros factores habrían contribuido a la equivocación de inversiones que, naturalmente, se ha traducido en oscurecimiento de ampliación económico, más aún en los niveles deseados por el propio López Obrador en su campaña y para valer con un economía engreído que permita distribuirlo más justamente que en el pasado.