Al 77% de los ocupados le gustaría combinar el trabajo a distancia con el presencial según el estudio ‘Resetting Normal’: redefiniendo la nueva era del trabajo publicado por el Grupo Adecco.
Durante el estado de alarma, las empresas mandaron a trabajar a casa a todos los empleados que podían desarrollar su actividad a distancia.
Con la vuelta a la normalidad, muchas organizaciones han decidido alargar unos meses más el teletrabajo o crear un sistema híbrido en el que los empleados se turnan para alternar el trabajo dentro y fuera de la oficina. El teletrabajo va a tener mucho más peso que antes de la pandemia, pero menos que en el confinamiento. Por ello, ¿qué aspectos han de tener en cuenta empresas y trabajadores para gestionarlo con eficacia?
El Ministerio de Trabajo ha elaborado un anteproyecto de ley, presentado el pasado 26 de junio, para regular el empleo a distancia. Algunas de las cuestiones que aborda son la voluntariedad de escoger esta forma de trabajar, el reparto de costes, la desconexión digital o el horario.
“El anteproyecto de ley del teletrabajo establece mínimos, garantías y derechos para evitar abusos. En el porcentaje de cuánto se trabaja a distancia o en la oficina es, junto con el tema del reparto de costes, donde puede haber más conflicto”, asegura Oriol Cremades, investigador de la escuela de negocios Esade Business School.
Pero mientras se aprueba la legislación, hay una serie de aspectos que tanto empleador como empleado deben de tener en cuenta para establecer una buena estrategia de teletrabajo.
La experta en innovación en formas de trabajo Alejandra Martínez Boluda defiende esta forma de organizar el trabajo. “Pasamos de un modelo con un horario rígido, que ocupa todo el día, a otro al que le añadimos un propósito: vamos a encontrar razones para ir a la oficina”.
Martínez asegura que el 70% de los empleados a los que ha preguntado están dispuestos a teletrabajar una parte importante de la semana (del 40% al 80%) y tener dos días de encuentro y trabajo colaborativo en la oficina, de experiencia con el equipo. De esta forma se genera una nueva manera de trabajar en la que se combinan los dos espacios.
Marc Calero, director de Planificación de Personas de Banco Sabadell afirma que “más del 90% de la plantilla del banco que ha trabajado desde casa sigue queriendo hacerlo, muchos han sentido más cohesión con la empresa y un mayor empoderamiento”. Calero añade que “esto se mantendrá en el tiempo, pero hay que diferenciar teletrabajo de confinamiento; se puede trabajar desde casa dos o tres días, y acudir a la oficina para sentirte parte de un proyecto e interactuar con los compañeros”.
Oriol Cremades se muestra rotundo en este aspecto: “Hay que establecer claramente una jornada. No se puede basar todo en objetivos”. E insiste: “Las metas tienen que poder lograrse en ese tiempo”. Otra cosa bien distinta es el horario, cuándo empezar y cuándo terminar de trabajar. Un punto del anteproyecto de ley establece que el trabajador puede alterar su jornada. Tiene “derecho al horario flexible” pero siempre que “esté pactado previamente con la empresa”. La organización del trabajo será un punto a tratar en la negociación colectiva, a diferencia de lo que había sucedido hasta ahora. Según el Ministerio de Trabajo, solo el 4% de los 1.130 convenios colectivos de 2019 recogía condiciones de trabajo a distancia.
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