Datos desestacionalizados de la Oficina Federal de Trabajo también publicados el jueves mostraron que el desempleo aumentó en 4.000 personas durante el mes de agosto, erosionando uno de los pilares internos de la economía alemana incluso cuando su maquinaria de exportación empieza a fallar.
Mientras las exportaciones alemanas sufren las disputas comerciales globales y una disminución de la demanda externa, el crecimiento de Alemania se vuelve cada vez más dependiente de su economía doméstica, una dependencia que la expone a cualquier debilitamiento del mercado laboral.
“Todo esto sólo significa que el escudo de protección contra la desaceleración industrial y los problemas externos se está debilitando, si no desgastando”, dijo el economista de ING Carsten Brzeski sobre el aumento del desempleo.
La economía alemana, la mayor de Europa, se contrajo en el segundo trimestre por la debilidad de las exportaciones, exponiendo así su talón de Aquiles: unos fabricantes dependientes de las exportaciones que en general sufren de una débil demanda externa.
La confianza empresarial alemana también se deterioró más de lo previsto en agosto, con su peor lectura en casi siete años.
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