La Decena Trágica

Francisco I. Madero fue uno de los personajes más representativos de la Revolución Mexicana y es visto como un héroe y villano a la vez en esa época. El fue uno de las personas que iniciaron el movimiento contra la dictadura de Porfirio Díaz e hizo todo en su poder por derrocarlo. En 1911, después de que Porfirio Díaz huye a Europa, Madero se vuelve presidente y es cuando los revolucionarios empiezan a dudar de sus verdaderas intenciones, especialmente Emiliano Zapata y sus seguidores.

Al principio Madero logró detener a sus opositores, sin embargo, conforme avanzaba el tiempo cada vez se volvía más difícil. El 9 de febrero de 1913 inicia lo que se conoce como la Decena Trágica con las tropas del Cuartel de Tacubaya y el de la Escuela Militar de Aspirantes de Tlalpan se levantaron en armas contra el gobierno de Madero en una batalla conocida como El Cuartelazo. En esta los principales participantes fueron, los Generales Manuel Mondragón, Victoriano Huerta, Aureliano Blanquet y Félix Díaz, sobrino de Porfirio Díaz.

Aun que fallaron en su primer intento de derrocar a Madero, los generales siguieron intentando, hasta el punto en el que mataban a todos los que estuvieran a favor del presidente, como el general Villareal que fue asesinado por Mondragón y Díaz. Cuando Madero se entero del levantamiento armado en contra de el ordenó a los cadetes del Colegio Militar que lo escoltaran hasta Palacio Nacional, sin embargo, cuando se acercaban al edificio de Los Leones se abrió fuego contra Madero y los cadetes.

Esto se derivó en varios días de batalla y tensión entre los bandos, el 17 de febrero Francisco I. Madero fue apresado junto con el vicepresidente José Ma. Pino Suárez y fueron llevados a la Embajada Norteamericana, donde el embajador Henry Lane Wilson había hecho un pacto con Huerta y Díaz para traicionar a Madero, conocido como Pacto de la Embajada. En este pacto se desconocía el gobierno de Madero e imponía a Huerta como el nuevo presidente, un día después el hermano de Madero, Gustavo A. Madero fue torturado y asesinado el 18 de febrero en el Cuartel de La Ciudadela.

Los siguientes días Madero y Pino Suárez se quedaron en el Palacio Nacional esperando ayuda de los embajadores y ministros de países como Cuba, Chile e inclusive Japón que pedían que se les respetara la vida a los dirigentes. El embajador norteamericano fue a quien acudieron los embajadores de los demás países para evitar la muerte del presidente y vicepresidente, sin embargo, este contesto que como diplomático no podía intervenir con los asuntos de México, cuando en realidad ya tenia un pacto con Victoriano Huerta.

Después de que Madero y Pino Suárez firmaron su renuncia, tras ser presionados por sus amigos y familiares, creyeron que serían trasladados a Cuba y ahí estarían a salvo, sin embargo el 22 de febrero, mientras dormían, fueron trasladados al Palacio de Lecumberri donde fueron asesinados, Madero con dos balsos en la cabeza y Pino Suárez con trece, dando por terminada la Decena Trágica.