¿Cómo vivimos?

Observamos el crecimiento de algunos casos urbanos en las principales ciudades del Río de La Plata, con casonas de amplios patios en un radio que no supera las 20 manzanas en torno a las plazas centrales. Construido con materiales nobles y sencillez en el estilo. A la periferia encontramos casas más sencillas. En dichas viviendas podemos encontrar la familia tipo está compuesta con un promedio de 2 o 3 hijos.

El plato tradicional es el puchero y se acompaña con vino casero, y en algunas oportunidades con agua ardiente. Los pastelitos, las empanadas y la mazamorra nunca falta en la mesa, mucho menos el mate. El fogón enladrillado es el lugar favorito del hogar, dónde también se encuentran las pavas siempre listas.

El matadero, las pulperías y los ambulantes proveen los alimentos que se conservan en lugares secos de la vivienda o socavones improvisados. Las provisiones que son duraderas en un viaje largo podemos contar con el vino, aceite, carnes secas, aceitunas y galletas. Las técnicas de conservación de frutas, verduras y carnes se apela a la deshidratación, la salazón y el ahumado. Las carnes de escasa calidad se secan al sol, el charqui.

El principal medio de transporte son las carretas tiradas por bueyes, también los carruajes y las sopandas. Los caballos y la mula sirven para una más veloz movilidad. Las galeras trasladan hasta una docena de personas.

En los tiempos libres son de mucha concurrencia las actividades como las largas caminatas hasta altas horas. Las veladas de teatro o musicales son muy frecuentadas en estos tiempos, como también la corrida de toros. Los juegos al aire libre se hicieron muy populares donde los jinetes muestran su destreza: el aro, cuadrilla, y los lances.

Por último, las principales actividades culturales se encuentran en las bibliotecas y las tertulias. Debates, cuestiones de moda, novedades literarias navegan por esos círculos de élite.