El término ciberbullying ha invadido periódicos, noticias en Internet, televisiones y reuniones de padres y profesores en los centros educativos, y no se trata de una casualidad, sino de un grave problema de acoso social que afecta a niños y jóvenes en el mundo entero. Pero ¿sabemos realmente en qué consiste el ciberacoso? ¿Y qué podemos hacer dentro y fuera de las escuelas? La mayoría de los casos de ciberbullying tienen tres rasgos comunes que agravan este acoso en redes sociales, chats, correos electrónicos o videojuegos: anonimato, falta de percepción del daño causado y roles imaginarios en digital. No obstante, antes de entrar a hablar sobre las principales características, intentemos equiparar el ciberacoso a una versión digital del bullying, y comprendamos que, además, es posible que muchos acosadores no solo hostiguen a las víctimas en un contexto social.
¿Pero de dónde surge ese hostigamiento que el agresor ejerce contra la víctima? Hoy, la psicología entiende al acosador como un depredador moral cuyo objetivo nace de la presencia de profundos sentimientos de inadecuación personal y profesional en el inconsciente —lo que solemos conocer como complejo de inferioridad—. En lugar de aumentar su propia autoestima, el acosador reacciona ante cualquier persona o situación que pueda recordarle que él está mal, ridiculizando, humillando o criticando a sus víctimas. Aunque esta definición podría servirnos para el acoso en las escuelas también, agregar las TIC supone varios contratiempos que aumentan aún más la gravedad del ciberacoso.
Conocer algunas de las formas en las que se manifiesta el ciberbullying puede ayudarnos a prevenirlo, sin obviar que no hay un único contexto y que el ciberacoso puede suceder en un videojuego como Minecraft, en una red social como Facebook o en los comentarios de un blog personal, crear perfiles falsos para ridiculizar, acosar o confesar en primera persona, hackear o robar la contraseña de correo electrónico de la víctima, propagar rumores en foros o redes sociales, enviar mensajes amenazantes o subir a Internet fotos reales o fotomontajes.
Por descontado, esto solo son algunos ejemplos de los muchísimos casos de ciberbullying en los últimos años. Un grave problema que se suma a la larga lista de acciones en las que tomamos parte para mejorar la infancia de los niños y adolescentes : saber de qué se trata y cómo se manifiesta nos ayudará a prevenirlo y, sobre todo, evitará que, erróneamente, consideremos que es algo que puede dejarse pasar.
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Pongamoslo en practicapublicada el ( 1 jul 2020 ) por Luciana |
Es importante conocer este tipo de cosas porque así podemos darnos cuenta de lo que esta pasando y saber evitarlo hasta claramente hacerlo desaparecer |