El diálogo con Dios (96-98)
La vida es un aprendizaje permanente, evolución constante. Crecemos moralmente siendo coherentes en las decisiones con los valores y las opciones que escogemos. Pero la vida esta llena de momentos que nos confrontan; estas situaciones de aprendizaje nos hacen crecer como personas. A vece, incluso, si se han cometido errores, se necesita apoyo afectivo para no desfallecer y levantarse.
LA INTERIORIDAD:
Llamamos interioridad a ese espacio intimo de la persona en el que sabemos que estamos con nosotros mismos
Cuando conocemos a una persona, la vemos por fuera. Lo primero que captamos con nuestros ojos es su cuerpo, su apariencia externa, en cambio, para ver nuestro cuerpo y nuestra apariencia extema tenemos que mirarnos al espejo. Es decir, de las demás personas, lo primero que percibimos es su aspecto externo y sin embargo, de nosotros no; lo que nosotros captamos de nosotros mismos es, en primer lugar, el mundo de nuestros sentimientos, todo aquello que vivimos en nuestro interior. Puesto que las personas somos una unidad, nuestro cuerpo y nuestra apariencia son expresión de quienes somos, es decir, de lo que queremos ser en nuestro interior. El mundo interior no es algo que unas personas tengan y otras no. La diferencia esta en que hay personas que entran en sí mismas, se escuchan y establecen ese diálogo en el que descubren sus sentimientos; de este modo van fortaleciendo sus valores y sus proyectos para la vida.
DIOS NOS HABLA EN EL INTERIOR:
Como dice el Papa Francisco: "La conciencia es el espacio interior de la escucha de la verdad, del bien, de la escucha de Dios; es el lugar de mi relación con El, que habla a mi corazón y me ayuda a discemir, a comprender el camino que debo recorrer y, una vez tomada la decisión, a seguir adelante, a permanecer fiel"
La Palabra de Dios ilumina y mueve a la concien da a revisar en profundidad la propia vida y reclama nuestro compromiso en el mundo. Al escuchar "la voz del Señor" y dejar a su Espiritu alojarse en el interior, se abre un canal por el cual Dios mismo entra en la vida y la transforma por completo; entonces, la Palabra de Dios se constituye en la lámpara que alumbra el crecimiento moral del cristiano.
También te puede interesar
Esta web se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier contenido generado en los espacios de participación en caso de que los mensajes incluyan insultos, mensajes racistas, sexistas... Tampoco se permitirán los ataques personales ni los comentarios que insistan en boicotear la labor informativa de la web, ni todos aquellos mensajes no relacionados con la noticia que se esté comentando. De no respetarse estas mínimas normas de participación este medio se verá obligado a prescindir de este foro, lamentándolo sinceramente por todos cuantos intervienen y hacen en todo momento un uso absolutamente cívico y respetuoso de la libertad de expresión.
No hay opiniones. Sé el primero en escribir.
