Estamos en la olla

     El Covid 19 nos tomó a todos por sorpresa, sin embargo, en lugares como las universidades públicas las cuales estaban sin dinero hace 28 años, desde que fue creada la ley 30 de 1992, las instituciones universitarias tanto públicas como privadas, tiene un ingreso económico extra además de las matrículas ya que estas están financiadas por el estado,  adicionalmente, generan ingresos por  las investigaciones, eventos, consultorías, convenios, arriendos y otros ser vicios que ofrecen.

    No obstante, en estos circunstancias las universidades han tenido que invertir ellas solas para realizar las adecuaciones correspondientes de sus aulas de clase, que cumplan con los lineamientos de bioseguridad propuestos por el gobierno nacional, además, deben implementar nuevos protocolos para el ingreso a clases, así como separar y agrupar a los estudiantes para poder dictar las clases; por otro lado, a los docentes se les debe pagar más horas, teniendo en cuenta ya que van a haber más grupos de estudio. Debido a que universidades han tenido que sacar de su propio bolsillo la plata para pagar el equipamiento necesario para dar las tutorías, tales como computadores, SIM cards, pagos de internet para mantener a sus estudiante, contratos de profesores de planta, estímulos estudiantiles, contratos de servicios extras, junto con el mantenimiento de los contratos de alimentación, servicios que representan gastos significativos, al no haber obteniendo los ingresos necesarios a los cuales están acostumbrados, viéndolo de esta manera, se podría decir que casi la el 30% de las universidades pequeñas están en quiebra. Por ello la solución que encontraron las universidades fue bajarle el costo al semestre educativos de los estudiantes, los cuales son del 10% al 30%, y empezar así a seleccionar con cuales y cuantos docentes podría contar, generando así,  más desempleo.  Asimismo, sumémosle el afán de los estudiantes para retornar a clases, ya que de no ser posible, los estudiantes tendrían que recurrir a la educación virtual y algunos no cuentan con una herramienta digital óptima, adicional a que el 2020 tiene la economía jodida.

     Me agobia saber que mientras esto sucede los políticos se están llenando los bolsillos,  hasta viajando con sus familias a otros países, nos están generando mundos pobres con mentes vacías y debemos poner un alto a esta situación. ¿Será qué para llamar la atención toca tomar las calles de las ciudades?, para que después nos llamen  delincuentes y destructores; pensando esto, les dejo una pequeña duda ¿será que algún día tendremos igualdad?

Referencias

Martín, F. D. F., Tirado, J. L. A., Ortega, S. L., & Díaz, V. A. H. (2011). Prevención del fracaso académico universitario mediante tutoría entre iguales. Artículos en PDF disponibles desde 2007 hasta 2013. A partir de 2014 visítenos en www. elsevier. es/rlp, 43(1), 59-71.

Ruiz, C., Domingo, D., Micó, J. L., Díaz-Noci, J., Meso, K., & Masip, P. (2011). Public sphere 2.0? The democratic qualities of citizen debates in online newspapers. The International journal of press/politics, 16(4), 463-487.