Las condiciones laborales en la nueva normalidad

Las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) son herramientas tecnológicas que permiten el acceso a múltiple información. Están en constante actualización y proporcionan información inmediata a través de diferentes medios.

Las TIC son consideradas la base para reducir la brecha digital sobre la que se construye una Sociedad de la Información y del Conocimiento. Su principal característica es que optimizan el manejo de la información y el desarrollo de la comunicación, lo que permite actuar sobre la información y generar mayor conocimiento e inteligencia.

En medio de la globalización, nuestra cultura no puede ser ajena al resto de las sociedades en el planeta. La educación, por ejemplo, se ha vuelto continua, de tal forma que el individuo debe seguir actualizándose teniendo como límite su propia existencia. La tecnología obliga a que el ser humano siempre se esté educando.

Enmarcando exclusivamente en nuestra sociedad Mexicana, las Tecnologías de la Información y la Comunicación están en desarrollo. Si bien es cierto que las redes sociales hoy constituyen una herramienta poderosa en el ámbito de la información, y por ende, un valioso instrumento en áreas como la educación, también es cierto que todavía el porcentaje de mexicanos que tienen acceso a ellas, es muy reducido.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) (2018), en México hay 74.3 millones de usuarios de internet, el 65.8% de la población total nacional; el 51.5% son mujeres y 48.5% hombres. El porcentaje restante no tiene acceso a internet y estas tecnologías por la falta de progreso que tiene el país.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) (2019), México cuenta con casi 976 mil personas formadas en las ciencias de la computación y las tecnologías de la información y la comunicación, de las cuales 68% son hombres y 32% son mujeres. Este número es muy bajo comparado con el número de personas con acceso a internet lo que da a conocer que su aprovechamiento no es del todo correcto y que la mayoría del país las utiliza solo para tener acceso a las redes sociales.

Pero no todo es malo, debido a la actual pandemia por la que estamos atravesando nuestros usos de las TIC han cambiado, ahora se ocupan mayormente para la educación. Plataformas como Google Classroom o Microsoft Teams han impulsado el uso de estas en las escuelas, mayormente privadas o con acceso de capital.

La utilización de las redes sociales para fines educativos provoca cambios importantes: los docentes tienen ante sí el reto de involucrarse con nuevas tecnologías, pero sobre todo de usar aquello que resulte atractivo para los estudiantes y aprovechar las oportunidades. Las redes sociales pueden favorecer significativamente el proceso de la educación formal, porque permiten que el estudiante desarrolle actividades académicas en un contexto amigable.

Otra herramienta valiosa es la educación en la nube, aún es un proyecto en proceso de construcción. La realidad es que trabajar en la nube supone diferentes ventajas, como acceder a cualquier documento, en cualquier momento, con una computadora de escritorio o con un dispositivo móvil, usando cualquier sistema operativo y sin importar dónde se ubique el servidor en el ciberespacio.

La nube supone el acceso a información de manera cómoda, sin tener que almacenar en un equipo de cómputo grandes cantidades de datos. Ofrece a los usuarios diversas herramientas de trabajo individual y colaborativo, y establece distintos modos de comunicación. Un docente puede poner a la disposición de sus estudiantes un número considerable de archivos digitales que contengan material de apoyo para el curso y, también, material didáctico elaborado a partir de algún software que permita diseñar de manera novedosa dicho material.

Las TIC contribuyen al fortalecimiento del aprendizaje constructivista y colaborativo; su uso se ha ampliado y diversificado: se ha pasado de los materiales tradicionales, como los apuntes o conferencias, a materiales digitales, como las presentaciones, plataformas virtuales, videos, películas, redes sociales, el trabajo en línea y el respaldo en la nube.

Así de esta manera México poco a poco se ha estado involucrando en el uso de las TIC para un bien como la educación, aunque todavía le falta mucho para consolidarse debido a las zonas que no tienen acceso a internet, en un futuro van a ser primordiales para el desarrollo de los estudiantes y en general de los habitantes del país.