LA UNIMINUTO NO SOLAMENTE EDUCA SINO QUE TRANSFORMA AL ESTUDIANTE
Uniminuto tiene como propósito transformar y garantizar la interacción entre la comunidad educativa y la sociedad.
LA UNIVERSIDAD UNIMINUTO NO SE DEJA DERROTAR POR LA PANDEMIA
El virus covid-19 no solo afecto a las personas o la economía sino también en todos los aspectos de la vida cotidiana dejándonos vulnerables, sin embargo se tomaron medidas necesarias para combatirlo y al mismo tiempo y poco a poco ir desempeñando roles laborales, académicos, entre otros.
CONVERSATORIO DE LA UNIVERSIDAD UNIMINUTO CELEBRANDO EL DÍA DEL TRABAJADOR SOCIAL
Este evento se llevó a cabo el pasado 24 de octubre en horas de la tarde vía virtual por medio de las plataformas Google Meet y Teams, allí se reunieron los diferentes docentes de las diferentes sedes que tiene la uniminuto el programas de trabajo social. Trabajadores sociales ejerciendo ya su profesión a nivel nacional e internacional, todos los estudiantes y egresados de trabajo social asistieron a este conversatorio, celebrando el día de esta hermosa profesión.
ÓRGANOS DE REPRESENTACIÓN POR Y PARA ESTUDIANTES UNIMINUTO
La Corporación Universitaria Minuto de Dios, realiza la jornada electoral que define al nuevo representante de los estudiantes dando cumplimiento al reglamento estudiantil, estudiantes maestros y graduados participaron de la jornada que se realizo el 12 de mayo del 2018 en los centros regionales.
Educación Internacional al alcance de todos
Con más de 150 convenios en más de 22 países (UNIMINUTO, s.f.), la UniMinuto ha consolidado unos grandes lazos con universidades de todo el mundo para que nuestros estudiantes, maestros, egresados y administrativos logren tener un tiempo de inmersión cultural y aprendizaje acompañado de formación académica e investigación en uno de los cinco continentes.
¿recuerdan la época en que se salía a jugar? Era hermoso ver a los vecinos llegar a la puerta de la casa con un balón, o simplemente con una sonrisa de tipo plegaria que convencería a mamá de dejarnos salir, pero no había momento más frustrante que cuando no nos invitaban a jugar, se nos salía el pequeño Maquiavelo interior, y muchas veces sacábamos el mejor juguete, la cicla o algo que demostrara que no necesitábamos esa sarta de ingratos para divertirnos.