Algunos rincones de la Ronda subterránea

Ronda, ciudad soñada, llena de encantos por doquier con sus monumentos principales como el Puente Nuevo, la Plaza de Toros, Baños Árabes o la Colegiata de Santa María la Mayor, la convierten en una ciudad que rebosa historia por todos los rincones gracias a la variedad de culturas que se asentaron en épocas pasadas. Al pasear por sus calles podemos ver cómo la última cultura existente dejó su influencia en el diseño de casas señoriales, mientras que en otros edificios se contemplan muestras de culturas anteriores. 

Cuando se realizan  visitas guiadas por el casco histórico una de las preguntas más frecuentes es: ¿Cuántas culturas han estado aquí asentadas?, la respuesta es muy sencilla, casi todas las culturas que han estado asentadas en la zona del Mediterráneo lo han hecho en esta meseta, aprovechando el enclave estratégico- defensivo que les ofrecían los acantilados que ejercían de amurallamiento natural en su 80 % del perímetro, con muros de entre 20 y 100 metros de altura. 

Además la meseta disponía de un suministro de agua que de forma ininterrumpida la atravesaba y del cual se aprovecharon los musulmanes  diseñando las famosas minas que se encuentran actualmente visitables en el Palacio del Rey Moro. Indudablemente estos datos y muchos otros reflejan la existencia de  asentamientos de otras culturas. 

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Uno de los restos históricos de nuestros antepasados que se pueden visitar hoy día son los que se encuentran en la Ronda subterránea, en uno de los mejores restaurantes  del casco histórico, “Mesón El Sacristán”. Antonio, su propietario, guarda con gran cariño dos legados de la cultura romana y musulmana en los sótanos de su restaurante. Muchos son los turistas y lugareños que disfrutan de las exquisitas comidas y, además, aprovechan para visitar la casa romana que se encuentra a unos 3 metros bajo tierra, así como los restos de una muralla musulmana. Antonio  nos muestra cómo las cubiertas de las columnas del sótano están hechas con los ladrillos cerámicos del suelo de la que fuera casa musulmana en esa zona. 

En definitiva, una de las propuestas que recomendamos es visitar  el “Mesón El Sacristán” para degustar las estupendas carnes a la brasa en leña que Antonio hace en su horno, acompañado de los vinos de Ronda, o bien probar las famosas migas de Ronda  que de manera casera elaboran en el restaurante con ingredientes seleccionados, al mismo tiempo que se conocen las reliquias que Ronda tiene ocultas en su subsuelo.

Migas rondeñas caseras elaboradas en el mesón el sacristan.