LAS ZONAS QUE MUCHOS TURISTAS NO VISITAN CUANDO VAN AL PUEBLO MÁS BONITO DE ANDALUCIA: SETENIL DE LAS BODEGAS

Setenil de las Bodegas se ha convertido recientemente en "El pueblo con más encanto de Andalucía", sin embargo, son muchos los tesoros que guarda este pequeño pueblo. Uno de ellos es sin duda alguna el Puente de Zamudio, que une las dos partes del pueblo y que es la entrada principal a las calles más conocidas, Cuevas del Sol y Cuevas de la Sombra. Este puente ha sido testigo del paso del tiempo en Setenil, de su evolución urbana y sobre todo ha sufrido los embistes de las riadas e inundaciones. Bajo él transcurre el Río Guadalporcún, río de puercas, cuyo significado es una comparativa entre la capacidad de los cerdos de cavar en la tierra y la acción de este río que en su recorrido ha provocado la erosión en la roca y la famosa geografía urbana de Setenil.

Aun que su nombre, Zamudio, parece sacado de un municipio del País de Vasco, hace referencia a uno de los apellidos más conocidos en la localidad, heredado de la población cristiana que llegó a Setenil en el siglo XVI y XVII. Un curioso apellido que también da nombre al bar situado justo encima del puente, el Bar Zamudio. Nacido en 1957 es el bar más castizo y conocido de Setenil. Gracias a los años de buena comida y cariño realizado por sus propietarios se ha convertido en una parada obligatoria en su visita a Setenil. Desde sus inicios se caracterizó por la cercanía a los vecinos del pueblo y hoy, a pesar de las modas y de la enorme afluencia de visitantes, mantiene su esencia intacta, apostando por la comida tradicional y las tapas como carta de presentación.    

Pese a la buena comida que puedes degustar en Zamudio, tienes que tener cuidado con el vértigo que puede dar el hermano pequeño del Puente de Zamudio, un pequeño puente de madera donde te puedes realizar una de las panorámicas más espectaculares y poco conocidas de Setenil, además de un selfie apto solo para valientes. Para los que prefieren ver la vida desde el suelo es de obligada visita el túnel de roca que hay debajo del puente. En este rincón podrás aislarte del mundo, sentir el frío silencio de la roca, escuchar el cálido sonido de las ranas y descansar en el precioso merendero que bordea el río.

Que no se te crucen los cables, cruza el Puente de Zamudio. Se sabe bien que muchos de los que cruzan el puente son turistas que han hecho una visita guiada con uno de los mejores guías turísticos de este pueblo blanco en sus visitas guiadas.