Y no le faltaba razón. La policía italiana ha embargado este miércoles varias empresas, 38 cuentas bancarias, una casa en Sicilia donde el mafioso pasó sus últimos veranos en libertad y numerosos terrenos a nombre de familiares y testaferros que, según sospechan las autoridades italianas, pertenecen en realidad al sanguinario líder de la mafia siciliana, de 86 años, que vive entre rejas desde hace 24.
En total el tesoro de la familia de Totò Riina asciende a cerca de un millón y medio de euros. Además de varios terrenos en Corleone, la policía italiana ha embargado varias cuentas a nombre de sus tres hijos: Maria Concetta, Salvo y Lucía. Los tres han declarado en numerosas ocasiones no poseer propiedades a su nombre y vivir en el límite de la pobreza. De hecho, recientemente Lucía solicitó al Ayuntamiento de Corleone el 'bono bebé', una ayuda de unos 1.000 euros para padres, que el consistorio siciliano rechazó conceder a la hija de Riina, suscitando una gran polémica. "Mi vida ya no me pertenece. Como soy hija de Totò Riina no tengo derecho a nada", denunció la benjamina del jefe de Cosa Nostra.
Los investigadores sospechan que el responsable de todo el entramado económico de la familia es el marido de Maria Concetta, Tony Ciavarello, propietario de varias empresas dedicadas a la venta y reparación de automóviles en Lecce, en el sur de Italia, donde vive la pareja. Según los investigadores del cuerpo especial de la policía, Ciavarello versó en varias cuentas bancarias 136.000 euros en contante entre 2003 y 2010 de los que no ha podido justificar la procedencia. Tampoco ha conseguido explicarlo Ninetta Bagarella, esposa del 'boss', que entre 2007 y 2013 firmó cheques o ingresó dinero a su marido y sus hijos por valor de 42.000 euros.
El embargo se produce el mismo día en el que el Tribunal de Vigilancia Penitenciaria de Bolonia rechazó la excarcelación de Riina por motivos de salud. La petición la hizo hace poco más de un mes el Tribunal Supremo italiano, que abrió las puertas a que el criminal pudiera pasar sus últimos días en libertad o en arresto domiciliario para asegurarle una muerte digna.
Riina, conocido como 'la bestia' por su extrema crueldad, cumple condena en aislamiento penitenciario en una zona del Hospital de Parma habilitada para los presos y con una vigilancia especial que en Italia se aplica a los detenidos más peligrosos. Padece cáncer de riñón, problemas cardíacos graves y párkinson. Pero según el Tribunal de Bolonia no se pueda descartar, a pesar de su avanzada edad y su precaria salud, que pueda cometer nuevos delitos. Sobre todo teniendo en cuenta, subraya el Tribunal, "la tipología de los delitos cometidos en el pasado, de los que ha sido a menudo mandante y no ejecutor material".
Totò Riina, considerado el jefe de Cosa Nostra desde 1974 hasta su arresto en 1993, fue condenado a 13 cadenas perpetuas por haber organizado más de un centenar de asesinatos, 40 de ellos ejecutados personalmente. Sus últimas víctimas fueron los jueces antimafia Giovanni Falcone y Paolo Borsellino en 1992.
El 19 de julio de 1992 un coche bomba cargado con 100 kilos de dinamita explotaba en la calle Mariano D'Amelio de Palermo cuando el magistrado Paolo Borsellino iba a visitar a su madre. El juez antimafia y cinco miembros de su escolta perdieron la vida. Sólo dos meses antes, su compañero y amigo, Giovanni Falcone, su mujer, Francesca Morvillo, y tres miembros de su escolta, morían al saltar por los aires el coche en el que viajaban después de que Cosa Nostra hubiera colocado 500 kilos de explosivos debajo del asfalto de la carretera que comunica el aeropuerto de Palermo con el centro de la ciudad.
25 años después de aquellos dos atentados que conmocionaron al país, sus familiares siguen preguntándose quién estuvo realmente detrás del asesinato de los dos magistrados. "La verdad no se ha encontrado plenamente y no se ha hecho justicia después de 25 años", ha dicho Lucia Borsellino, hija del juez, durante el homenaje que el Consejo Superior de la Magistratura, presidido por el presidente de la República, Sergio Mattarella, ha rendido hoy al desaparecido magistrado antimafia.
Totò Riina y otros 23 mafiosos fueron condenados a cadena perpetua por el asesinato de Falcone y Borsellino, pero hace unos años Riina aseguró que detrás de los atentados estaba la mano del Estado y los servicios secretos italianos. Algunos arrepentidos de la mafia defienden la versión del 'capo dei capi' y aseguran que en aquella época el gobierno inició un proceso de diálogo con la Cosa Nostra para parar la ola de atentados que aterrorizaba el país. Una negociación a la que Falcone y Borsellino se habrían opuesto.
"Su trágica muerte, junto con la de aquellos que lo escoltaban con afecto, debe tener una palabra definitiva de justicia", ha dicho Mattarella, que ha asegurado que es necesario despejar las dudas "para asegurar la justa condena a los responsables de aquel delito atroz".
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