Luis Gordillo es el ejemplo de una vida entregada a la pintura. Es una de las primordiales figuras del arte abstracto en España y uno de los artistas que mejor interpretó el arte pop y el geometrismo en los sesenta.
“El arte para mí es primordial". Gordillo sigue cosechando reconocimientos, como ser el ganador de la III versión del Premio de Arte Catalina D’Anglade ARCOmadrid, que se puso en marcha en 2017 para fomentar y dar a conocer la construcción contemporánea aunando arte y diseño.
En esta situación, Gordillo ha abandonado el lienzo para adentrarse por primera ocasión en la cerámica. De esta forma, el nuevo trabajo del Premio Velázquez de Artes Plásticas se denomina Under My Skin: 12 azulejos, hechos por Cerámica San Ginés, unos profesores ceramistas de Talavera de la Reina, que se muestran en una caja firmada y numerada.
“Recibir un premio continuamente da mucha alegría. Además me compraron un cuadro monumental que es bastante de agradecer”, responde Gordillo. Cuenta que una de las bases del Premio de Arte Catalina D’Anglade ARCOmadrid es que se realice algo artístico, empero que sirva de alguna forma para la verdad.
"Ya una vez que el comercio estaba más maduro quisieron arrostrar a la cerámica, que en Andalucía es primordial, y montar un taller”, explica.
El Premio de Arte Catalina D’Anglade ARCOmadrid es un galardón que, a parte de permitir la compra de una pieza del creador a lo largo de la feria, se concentra en desarrollar una obra inédita que incluya arte y diseño.
En la primera versión del premio, la portuguesa Fernanda Fragateiro diseñó unas baldas-escultura y en la segunda, el madrileño Secundino Hernández planteó una recolección de lámparas que llevaban sus particulares trazos a las 3 magnitudes. Tras su paso por Sevilla y el extranjero, en específico París, donde contactó con el arte de vanguardia, Luis Gordillo se asentó en la ciudad más importante. A pesar del paso del tiempo, Gordillo siente que su esencia no cambió.