El hombre en cuanto nace y vive en sociedad debe someterse a unas reglas de conducta que le imponen su propia condición y la de sus semejantes. Estas reglas le obligan primero por sus creencias y sus temores hacia una divinidad dominadora, personificada por la naturaleza hostil y vengadora, y por otros hombres que participan de esas fuerzas y las dominan.
Este poder de dictar normas obligatorias para la comunidad ha tenido una extensa evolución en el transcurso de los siglos. Originariamente, las concepciones mágico-religiosas del hombre primitivo le llevan a aceptar las normas de conducta dictadas por la divinidad
Las leyes las dictan los dioses y las aplican los brujos y sacerdotes, dotados de poderes sobrenaturales. Creencias mágico-dinamísticas y animísticas, basadas en las fuerzas de la naturaleza y en los seres vivos que las dominan, dan paso a vínculos religiosos donde el hombre se encuentra obligado con la divinidad
El Derecho es el conjunto de normas que una sociedad adopta para regular la conducta y resolver los conflictos.