Denuncias por alimentación en centros carcelarios.

El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) manifestó su inquietud por las precarias condiciones de salubridad en las que los alimentos son entregados a los reclusos del territorio, puesto que denunciaron que en las últimas semanas se viene presentando numerosas irregularidades que ponen en riesgo la salud de los individuos, entre ellas permanecen: alimentos en descomposición, reducción de las cantidades de proteína y sitios inadecuados para la preparación de las comidas.

Según un archivo emitido por la entidad, se expone que el 86 % de los centros carcelarios reportan incumplimiento en el gramaje de los alimentos, más exactamente en las cantidades de proteína, el 81 % reportan alimentos en estado de descomposición, inclusive hasta con gusanos, y el 39 % no cumplen con las medidas sanitarias mínimas.

Respecto al gramaje, el punto de alusión se toma con 67 gramos de proteína animal y se halló que, ejemplificando, el 21 de enero en la penitenciaría de Palmira se sirvieron sólo 29 gramos por plato; en Popayán 49, y en Yarumal 59.Asimismo, se localizó que en varias cárceles los alimentos se preparan sobre aguas estancadas, sin el conveniente almacenamiento y con una composición para la preparación que necesita mantenimiento. Según las cifras, el 70% de la composición nacional que asegura la buena preparación de los alimentos necesita mantenimiento preventivo y correctivo.

 Además, se suma que el 39% de los centros de reclusión reportaron incumplimiento de las condiciones mínimas de limpieza y limpieza para elaborar la comida.

A partir del Ministerio de Justicia se presentó la gran inquietud que se tiene respecto al asunto, pues son algunas las denuncias que se han presentado últimamente.

“En una junta que sostuve con la USPEC (Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios) y contratistas que suministran alimento a los centros de reclusión, hice un intenso denominado de atención a estas organizaciones por las irregularidades que se vienen presentando en la ejecución de estos contratos”, aseguró el ministro de Justicias, Wilson Ruiz Orejuela.

El archivo del Inpec además informó que el 51% de los operadores no cuentan con los conjuntos necesarios para la preparación de la comida, puesto que usan ollas perjudicadas y sucias o grupos obsoletos, y, como si fuera poco, se muestran irregularidades en el transporte y entrega de los alimentos.

“Es definitivamente impresentable que se registren situaciones como estas, hallar que los operadores entregan alimentos en descomposición, o que hay reducción en las cantidades de proteína, además de que los sitios de preparación de la comida son inadecuados y no cumplen con las reglas de salubridad, no se puede tolerar”, agregó el funcionario.

Al final, el informe detalló que el 38% de los centros penales no cuentan con el personal especializado en nutrición que garantice una correcta selección de la comida para los internos y que, el 13% del personal que manipula los alimentos, reportó horarios de trabajo desmesurados.

El ministro confirmó que se solicitó apoyo particular de la Procuraduría para que se investiguen los hechos y se garantice un proceso correcto para escoger a los nuevos prestadores del servicio de ingesta de alimentos. Se debe considerar que las organizaciones no solo suministran alimentos para cárceles y penitenciarias, sino además a estaciones policía.

“He luchado por descargar el hacinamiento carcelario, mejorar las condiciones de los individuos privadas de la independencia, y contribuir de esta y otras maneras a los procesos de resocialización. Soy un protector de los Derechos Humanos y a partir del Ministerio de Justicia he buscado que a los individuos privadas de la independencia se les trate con dignidad, de esta forma me gane enemigos por hacerle ante estas irregularidades.”, concluyó.

El ministro Ruiz al final hizo un denominado para que los recientes contratistas cumplan y mejoren rápidamente las condiciones y los alimentos que se entregan, puesto que estima que una cosa es el beneficio económico por el trabajo y otra bastante distinto es sacrificar la salud de los humanos por la ambición. 

Fuente: www.infobae.com